Los dos recientes accidentes de buses que trasladaban migrantes irregulares en Panamá, desde albergues en Darién hasta otro cerca de Costa Rica, son “una muestra” de que esos transportes “no son supervisados”, dijo este 25 de febrero la Asociación de Residentes y Naturalizados de la República de ese país (Arena), que instó a las autoridades a revisarlos.

“Es una muestra de que estos aparatos no son supervisados y que con claridad observamos que no hay supervisión ante de salir”, declaró el presidente de Arena, Rafael Rodríguez.

Un bus con 57 migrantes se incendió este sábado 25 de febrero, sin fallecidos ni heridos, cuando se desplazaba hacia el albergue de Los Planes de Gualaca, en la provincia de Chiriquí, limítrofe con Costa Rica, desde otro en Darién, la peligrosa frontera con Colombia, quedando totalmente calcinado.

Hace unos 10 días, otro bus que también recorría la misma ruta con 66 migrantes -desde Darién hasta Chiriquí- cayó por un precipicio cerca del albergue de Gualaca dejando al menos 39 muertos y más de una veintena de heridos. Muchos cuerpos quedaron desmembrados, ya que el transporte quedó en siniestro total.

Ese fatal accidente está considerado como la peor tragedia de este tipo en la historia de Panamá.