El joven, que fue liberado tras ser declarado inocente, narra los supuestos abusos a los que él y otros arrestados fueron sometidos cuando estuvieron en la cárcel de Mariona: “Mientras estaban hincados les ponían descargas eléctricas y a uno hasta le sacaron sangre. Al entrar al sector donde iban a quedar, los custodios les dieron otra golpiza”.

El caso es uno de tantos que recoge el informe sobre el primer año de régimen de excepción realizado por Cristosal, la principal organización en defensa de los derechos humanos de la sociedad civil en el país centroamericano, que fue presentado este lunes.

Se trata de una exhaustiva investigación, hecha en base a cientos de entrevistas con personas que permanecieron presas durante meses y que salieron libres tras ser declaradas inocentes, familiares de presos y expertos, y tras contrastar estos testimonios con documentos médicos forenses y actas policiales.

Y además de recoger testimonios, concluye que desde el 27 de marzo de 2022 -cuando entró en vigor la medida- decenas de reos han muerto por torturas, golpes o falta de atención sanitaria en las cárceles del país.

En concreto, Cristosal ha documentado la muerte de 153 personas bajo custodia del Estado, todas detenidas durante el régimen de excepción.

De estos, 29 fallecieron de muerte violenta y otros 46 por “probable muerte violenta” o sospecha “de criminalidad”, se especifica en el informe, y se señala como “patrón común” la presencia de laceraciones, hematomas que evidencian golpes, heridas con objetos cortopunzantes o contundentes, o señales de estrangulamiento o ahorcamiento en los cadáveres.

Según la esquela del Instituto de Medicina Legal de El Salvador, “murió por edema cerebral”, recoge el informe de Cristosal.

Mientras, las autoridades salvadoreñas declararon en reserva la información oficial al respecto y sostienen que las muertes ocurridas dentro de las prisiones se deben a causas naturales.

“Yo he escuchado a la oposición decir que en las cárceles muere gente. Y que nosotros estamos de alguna manera matando a los reos o dejándolos que mueran […] Pero en las cárceles muere gente como muere afuera porque se enferman, porque envejecen; hay unos que tienen enfermedades terminales, etcétera”, dijo el propio Bukele durante una trasmisión en vivo el 16 de octubre del año pasado.