El medicamento “Semaglutide” para tratar la diabetes tipo 2 se ha vuelto popular para perder peso. Endocrinólogos comentan si es efectivo y los riesgos de su consumo, como efectos gastrointestinales.

El sobrepeso y obesidad se definen como una acumulación excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud, mientras que la diabetes es una enfermedad metabólica crónica caracterizada por niveles elevados de glucosa en sangre, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Los endocrinólogos consideran esta patología como la pandemia del siglo XXI, debido a que la diabetes tipo 2 está en aumento constante a nivel mundial.

La diabetes tipo 2 es la más frecuente de los tipos de diabetes mellitus y consiste en que el cuerpo presenta resistencia a la insulina, una hormona que produce el páncreas y funciona como llave para que la glucosa entre en las células y la usen como energía. Es decir, el organismo no produce esta hormona o no la usa correctamente. Entre las causas se menciona el sobrepeso y obesidad, estilo de vida y factor hereditario.

El tratamiento se basa en controlar los niveles de azúcar en la sangre y los medicamentos suelen ser orales e inyectables. Algunos de ellos están relacionados a la pérdida de peso, por lo que han tomado más popularidad, tanto que varias personas sin diagnóstico de diabetes los utilizan solo para controlar el sobre peso u obesidad.

En el 2017 la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) aprobó la inyección de Wegovy, que incluye el compuesto semaglutida bajo el nombre de “Ozempic”, para el control de peso crónico en adultos con obesidad o sobrepeso con al menos una afección relacionada con el peso, como hipertensión arterial, diabetes tipo 2 o colesterol elevado, para su uso junto con una dieta baja en calorías y un aumento en la actividad física.

En un estudio que se realizó para probar su efectividad participaron cerca de 2 mil personas y se mostró una pérdida de peso promedio de 15 kg durante el ensayo de 15 meses. Por ello, se señaló como una “nueva era” en el tratamiento de la obesidad, relata la BBC.

En las últimas semanas, los resultados de este medicamento se han popularizado a nivel mundial, sobre todo a través de la red social TikTok en el que los internautas han publicado miles de videos hablando del fármaco “milagro” que haría perder de peso rápidamente. Incluso, desde octubre del 2022 varias farmacias en España y en otros países reportaron la escases del fármaco Ozempic debido a la alta demanda.

Ante esta popularidad, médicos especialistas en diabetes comentan cuál es la relación de los medicamentos para diabetes y la pérdida de peso.

Metformina

“Los medicamentos para diabetes tipo 2 son usados para bajar de peso a nivel global. Uno de estos es la metformina, aunque es considerado un fármaco que tiene un comportamiento neutral en el peso. Se ha planteado que la resistencia a la insulina genera un ambiente que permite almacenar un porcentaje más alto de contenido calórico en forma de grasa, entonces, con el medicamento se baja ese nivel de resistencia y se podría, de forma indirecta, perder peso. Sin embargo, no es una medicina que se use para esto último”, explica Francis Ruiz, endocrinólogo de Costa Rica.

Aunque la metformina podría cambiar la forma en que el cuerpo almacena la grasa corporal, la pérdida de peso dependerá de la persona y de su estilo de vida. Además, los resultados podrían ser solo mientras se tome el medicamento.

Inhibidores del SGLT2

Entre la variedad de medicamentos para controlar la diabetes, existen dos grupos que se han comenzado a utilizar para el control de peso. Uno de ellos son los inhibidores del cotransportador sodio-glucosa tipo 2 (SGLT2), entre los cuales se encuentran la canagliflozina (Invokana), la ertugliflozina (Steglatro), la dapagliflozina (Farxiga) y la empagliflozina (Jardiance), que presentan una pérdida de peso discreta.

“Este grupo de medicamentos bloquean un receptor que está en el riñón. La glucosa que viene en la sangre se filtra en el riñón y lo usual es que este órgano vuelva a absorberla, pero al bloquear este paso un porcentaje más alto de glucosa se elimina en la orina; lo cual provoca que se pierdan calorías por las vías urinarias. Esto favorece a la pérdida de peso”, explica Ruiz.

Riesgos

En el 2015, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) advirtió que los medicamentos canagliflozina, dapagliflozina y empagliflozina pueden provocar cetoacidosis, un trastorno grave caracterizado por una elevación en la concentración de cetonas en la sangre. “Seguimos investigando este problema de seguridad y determinaremos si es necesario hacer cambios en la información sobre la prescripción de este tipo de fármaco”, se lee en el comunicado.

El médico también indica que los SGLT2 están relacionados al aumento de infecciones genitourinarias leves y severas. También a la gangrena de Fournier, que es un proceso infeccioso a nivel genitourinario muy severo.

Semaglutida (Agonistas del GLP-1)

El otro grupo son los agonistas del péptido similar al glucagón tipo 1

(GLP-1), entre ellos se encuentra la Dulaglutida (Trulicity), Exenatida (Byetta, Bydureon Bcise), Liraglutida (Saxenda, Victoza), Lixisenatida (Adlyxin) y Semaglutida (Ozempic, Rybelsus, Wegovy).

Hay dos fármacos de esta familia que tienen investigaciones específicamente para control de obesidad, independientemente de si el paciente tiene diabetes o no. La Semaglutida y la Liraglutida, en las dosis apropiadas, tienen una indicación oficial para el control de peso.

“Estos medicamentos tienen dos indicaciones aprobadas para su uso: el control de la diabetes y la pérdida de peso. La razón por la que nos ayudan a bajar de peso es porque tienen un efecto de aumento en la saciedad, los pacientes que los utilizan comen menos porque se llenan más rápido”, explica Sergio Ramirez Ortiz, endocrinólogo miembro de la Asociación de Endocrinología, Metabolismo y Nutrición de Guatemala.

El portal de Clínica Mayo indica que algunos estudios han descubierto que todos los medicamentos de péptido similar al glucagón tipo 1 pueden causar una pérdida de peso de entre 10,5 y 15,8 libras cuando se toma liraglutida; mientras que quienes toman semaglutida y hacen cambios en su estilo de vida pierden unas 33,7 libras.

“Estos medicamentos imitan la acción de una hormona llamada péptido similar al glucagón tipo 1. Cuando los niveles de glucosa en la sangre empiezan a subir después de comer estimulan al cuerpo a producir más insulina. La insulina adicional ayuda a reducir los niveles de glucosa en la sangre”, dice Clínica Mayo. Sin embargo, no se sabe exactamente cómo este tipo de fármacos ayuda a la pérdida de peso.

El endocrinólogo Ramirez Ortiz opina que los agonistas GLP-1 se deben considerar como una ayuda que permite cambios en el estilo de vida con más facilidad. Además de la pérdida de peso, los medicamentos ayudan a que los pacientes con un alto riesgo o con enfermedades cardiovasculares ya diagnosticadas tengan nuevos episodios de esta patología o empeoren.

Riesgos

Entre la desventaja de los medicamentos GLP-1 es que todos, menos uno, se administran mediante inyección. También están asociados a pancreatitis y molestas gastrointestinales como náuseas, vómitos y diarrea; además, las dosis para bajar de peso y control de diabetes es distinta, por lo que se recomienda que siempre se utilicen bajo prescripción médica.