Aunque oficialistas apostaban por aprobar la semana pasada la Ley de Competencia en tercera lectura la iniciativa no caminó en el Congreso.

La falta de cumplimientos por parte del Ejecutivo hacia los diputados que inicialmente integraban la alianza legislativa formada el pasado 14 de enero fue el detonante del “rompimiento” entre el gobierno y demás bancadas representadas en el Congreso de la República.  Aunque para algunos la alianza se mantiene, aunque no de forma permanente.

Desde el Ejecutivo se hizo ofrecimientos a todos los sectores y no hubo acuerdos. Desde la disputa para la Junta Monetaria hasta el nombramiento de gobernadores departamentales. A esta queja también se unen que el presidente, Bernardo Arévalo, en las últimas semanas se reunió con diputados “no alineados” de Vamos, Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), Visión con Valores (Viva) y Cabal.

Ese distanciamiento se ve reflejado en el Congreso de la República que parece no contar con los acuerdos suficientes para impulsar una agenda legislativa en el que todas las bancadas se sientan interesadas. Al menos eso reflejan las últimas plenarias, según los analistas políticos.

En la actual legislatura, los diputados han aprobado 12 decretos, el último de ellos fue la Disolución y Liquidación de Fondetel. En tanto que de las iniciativas presentadas por el Ejecutivo -acuerdos de servicios aéreos y cooperación científica- no han sido leídas en el pleno.

La última vez que el oficialismo -Movimiento Semilla- logró el total apoyo de la alianza fue en la elección de Samuel Pérez como presidente del Congreso -cargo que ocupó por dos días- y la de Nery Ramos, actual presidente de dicho organismo.

El apoyo que parecía robusto a favor del nuevo grupo oficialista va en declive. Pero pese a que algunos diputados afirman que la alianza se mantiene, las últimas sesiones demuestran lo contrario, los temas políticos no pasan y solo se han dedicado a leer iniciativas de ley.

El lunes 29 de abril el diputado oficialista, Samuel Pérez, fue consultado sobre la aparente fragmentación de la alianza. Justificó que solo se está en proceso de diálogo y dijo que un ejemplo de que existen acuerdos es que se aprobaría la Ley de Competencia, aunque un día después que se conoció en el pleno no se lograron los votos para aprobarla.

Este fenómeno, a decir de analistas, no es algo habitual dentro de una legislatura que apenas comienza. Consideran que hay algunos elementos que deben de mejorar si realmente desean obtener un Congreso de la República robusto y productivo en la emisión de leyes.

Alianza débil

Para el analista independiente Alejandro Quinteros, se necesita que la Junta Directiva del Congreso y el bloque oficialista mejoren en la agenda que impulsan entre los diputados, para que logren la generación de decretos.

“Históricamente la producción legislativa decrece conforme van pasando los años, pero si en el primer año no hay acuerdos para lo más básico que necesita el país podemos esperar muy poco para los próximos años”.

Al comienzo de la décima legislatura los oficialistas mostraron una alianza sólida. Pero esto no fue del todo cierto según Quinteros, quien agrega la poca fuerza que ha mostrado este grupo dentro del parlamento.

“Creo que solo dieron al principio la percepción de ser una alianza sólida pero no es así. Realmente es una alianza conformada por facciones muy diversas y eso lleva a lo que vemos, que ya no existen acuerdos para más leyes”.

Quinteros considera que lo primordial ahora, es que los oficialistas o bien la Junta Directiva estén dispuestos a negociar con las bancadas. “El Congreso es un espacio de negociación y los intereses se basan con las negociaciones que puedan hacer (…) a la medida que el oficialismo esté dispuesto a negociar va a mantener las alianzas”.

Falta comunicación

Algo que ha fallado a lo interno del Congreso, según Alejandro Solorzano, analista del Observatorio Legislativo, es la falta de comunicación. Dijo que no existe un intercambio de ideas claras, cualquier iniciativa puede fracasar al momento de estar incluida en una agenda.

“Las iniciativas de ley que se están colocando dentro de las agendas ha disminuido la posibilidad de avanzar porque no existe una cohesión de fuerzas para seguir, por ejemplo, con la Ley de Competencia no han logrado conseguir los 107 votos”.

Solorzano considera que, si desean cambiar esto, se necesita que todos los diputados sepan que se busca aprobar. Porque, aunque los jefes de bloque aprueben una agenda, a final de cuentas el soberano es el pleno legislativo integrado por los 160 diputados.

“La necesidad de consensos deviene de un dialogo permanente. La falta de comunicación entre diputados y la falta de estrategias para poder dialogar entre ellos ha debilitado la posibilidad de poder encontrar consensos”.

Los temas

Dos bloques que fueron clave para los independientes al inicio de la legislatura fue la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE) y Cabal. Bancadas que afirman que no existe una ruptura, pero reconocen que hay temas que requieren mayor diálogo y que hace falta comunicación.

Inés Castillo, jefe del bloque UNE, negó que la alianza oficialista este pasando por un mal momento. “Como diputado y como político le digo que el fenómeno que hay ahorita es que prevalecen más los acuerdos y consensos, se respetan las opiniones de otras bancadas. Antes desde la sexta avenida te daban la orden porque tenías que votar y si no estabas fuera, eso no pasa ahora”.

Castillo indica que hay algunas iniciativas de ley, que, aunque sean buenas para el país, necesitan del respaldo del resto de bloques para finalmente ser aprobadas.

“La Ley de Competencia, la ley de los jubilados, la procuraduría del consumidos es importante, pero se trabajan unas enmiendas o la están durmiendo, la Ley de Alimentación Saludable tampoco tiene un acuerdo político para avanzar”.

Luis Aguirre, jefe del bloque Cabal, coincide que hay temas clave que no han sido socializados. “Lo que pasa que han estado agendando leyes que todavía no tienen el cabildeo necesario. Por ejemplo, la Ley de Alimentación Saludable, no tiene consensos y eso ha generado descontento entre algunos diputados”.

Para que las iniciativas caminen, apunta Aguirre, necesitan que los diputados estudien cada una de las propuestas. Pero considera que esto se puede dar a un problema de falta de comunicación que espera, se resuelva. 

“Las han agendado de un día para otro y no nos ha dado tiempo para ver dictámenes, el no votar por algo que no se conoce a fondo ha generado eso (…) ha faltado comunicación, organización y algunos detalles admirativos, pero estamos para apoyarlos y salir de ese bache”.