Vehículos amontonados o caídos al mar arrastrados por el agua, enseres desperdigados y calles convertidas en verdaderos ríos caudalosos: las fuertes lluvias que cayeron sobre España dejaron impresionantes imágenes y destrozos, que las autoridades evaluaban este jueves.

El impacto de un potente aguacero que el miércoles fue descrito como “muy excepcional” por el Servicio Meteorológico de Cataluña dejó serios daños materiales en el este de España, donde poblaciones como Alcanar, unos 200 kilómetros al sur de Barcelona, llegaron a registrar 212 litros por metro cuadrado en tres horas.

Un fuerte caudal de agua marrón irrumpió por las calles de varios municipios de la zona, arrasando todo lo que encontraba a su paso y obligando a las fuerzas de seguridad a rescatar a personas de vehículos. Finalmente, lograron evitar que hubiera víctimas mortales.

“Parecía que se acababa el mundo”, describió el alcalde de Alcanar, Joan Roig, en la radio Rac 1, afirmando que este jueves su pueblo se encontraba “devastado”, por lo que solicitó ayuda para retirar el lodo que todavía anega sus calles.