El Gobierno alemán afirmó hoy que descarta la implantación de un “pasaporte covid” para empleados como ocurre en Italia y aseguró que apuesta por las “medidas probadas” actualmente en vigor, al tiempo que rechazó hacer obligatoria la vacuna contra el SARS-CoV-2.

En una rueda de prensa, una portavoz del Ministerio de Trabajo señaló que no tiene ningún conocimiento de planes en esa dirección, mientras el del Ejecutivo, Steffen Seibert, recordó que recién se prolongó hasta finales de año la normativa de seguridad en el trabajo y las “medidas probadas” de protección contra el coronavirus.

Subrayó la importancia de la obligación por parte del empleador de ofrecer dos test por semana a los empleados que trabajan en modo presencial, las medidas de higiene y distanciamiento y el uso obligatorio de mascarilla.

“El gobierno siempre ha rechazado la vacunación obligatoria y la postura no ha cambiado”, agregó.