Ministro de Relaciones Exteriores deja el cargo el próximo 31 de enero, aunque asegura que es por motivos personales, analistas creen que se busca a un canciller más beligerante.
Ministro de Relaciones Exteriores deja el cargo el próximo 31 de enero, aunque asegura que es por motivos personales, analistas creen que se busca a un canciller más beligerante.
La gestión del ministro de Relaciones Exteriores (Minex) saliente, Pedro Brolo, estuvo marcada de principio a fin por hechos tan polémicos como trágicos, estos segundos relacionados al tema migratorio, en el que las capacidades de los consulados se vieron desbordadas.
Brolo dejará el cargo el próximo lunes y ahora ejercerá la representación de Guatemala ante el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE).
Aunque en declaraciones a un medio radial, el aún canciller aseguró que su salida obedece a razones familiares, el vocero presidencial, Kevin López, al hablar de la salida de Brolo, recordó que todos los funcionarios ponen su puesto a disposición el cual está “sujeto a evaluación por cumplimiento de métricas”.
1. Vacunas
Pese a que la compra de vacunas es competencia del Ministerio de Salud, la Cancillería salió a relucir cuando en junio del 2021, Brolo decidió viajar a Rusia para tratar el retraso en la entrega de ocho millones de dosis de la fabricante Human Vaccine a quien ya se le habían pagado por adelantado Q614 millones.
Desde que se concretó la adquisición las vacunas fueron llegando a cuentagotas en medio de la mortal tercera ola de contagios y sin acceso a más de este fármaco. El canciller regresó con más dudas que respuestas y sin un cronograma de entrega del producto. Dijo que había ido a renegociar el contrato, pero que no conocía el contenido del acuerdo.
Finalmente Human Vaccine cumplió con la entrega de los ocho millones de dosis hasta el 30 de diciembre pasado, cuando ya habían ingresado millones de vacunas, principalmente donadas por EE. UU.
2. Invocación de carta democrática
Otro momento álgido que enfrentó el canciller saliente fue la invocatoria que Guatemala hizo de la Carta Democrática Interamericana de la Organización de Estados Americanos (OEA), ante las graves protestas que ocurrieron en noviembre del 2020 por la aprobación del presupuesto —que finalmente se derogó— y que terminó con la quema parcial del Congreso.
El Gobierno de Guatemala consideraba que esas manifestaciones atentaban contra la democracia y eran una “grave amenaza institucional”. Pero lo que sería una llamada de auxilio, terminó siendo un jalón de orejas para el Estado guatemalteco, ya que, en su informe presentado en enero del 2021, la OEA recomendó atender “los múltiples reclamos e inquietudes” de la sociedad.