Sectores económicos están a la expectativa por la crisis en Medio Oriente y su efecto en el flujo de mercancías, sobre todo del petróleo.
Guatemala percibirá los efectos del conflicto entre Irán e Israel, que se transmitirá por medio de distintos canales. Aunque es prematuro señalar cómo se verá reflejado, ya hay escenarios que indican un impacto a corto y mediano plazo.
A pesar de la gran distancia con la zona de conflicto en el Medio Oriente, las circunstancias actuales del conflicto geopolítico ya plantean posibles escenarios que impactarán más por el lado económico que político, dado que Guatemala no mantiene relaciones con Irán, pero sí con Israel, y el recién pasado 1 de marzo entró en vigor el Tratado de Libre Comercio (TLC).
El impacto político podría traducirse en que diversos países se involucren, afectando los programas de cooperación con el país. Sin entrar en posibles especulaciones locales, la región del Medio Oriente, siendo productora de petróleo, contribuye a la producción y consumo global. El mercado ya venía anticipando ajustes en el precio del barril, por lo que es necesario estar atentos a cómo reacciona esta semana.
Además, se genera incertidumbre para el comercio global y para las materias primas en los mercados a futuro; por otro lado, impactará en las rutas marítimas debido a las restricciones y a los embarques de productos nacionales que se despachan.
Todo lo que se mueve en una «economía de guerra» podría estar reorientándose, según la coincidencia de representantes de varios sectores consultados.
Precio del crudo
Una de las principales preocupaciones que han empezado a plantearse es lo relacionado con el mercado de los energéticos, especialmente los derivados del petróleo. Tanto las autoridades del Ministerio de Energía y Minas (MEM) como importadores y comercializadores han expuesto sus posiciones.
El titular de la cartera del MEM, Víctor Hugo Ventura, explicó que los precios mundiales de la energía se dispararán. Aun cuando la producción de EE. UU. ha alcanzado niveles récord y los niveles de inventarios en ese país estén al tope, veremos un shock importante en los suministros petroleros e indirectamente en el gas natural y el carbón.
“No es fácil prever cómo se desarrollará la escalada; el consejo de seguridad está reunido, seguramente se impondrán sanciones a Irán, la OPEP también reaccionará. De cara a Guatemala, esta es una tensión adicional a las restricciones existentes en la logística del suministro de hidrocarburos (ya complicada por el tránsito por el canal de Panamá), que fue una de las razones para nuestro programa de emergencia”, advirtió Ventura.
Enrique Meléndez, director ejecutivo de la Asociación Guatemalteca de Expendedores de Gasolina (Ageg), considera que podría provocar volatilidad en los precios del petróleo debido a la importancia que tiene la región en el suministro global.
Según él, hay que esperar para ver el alcance del conflicto y si este se extiende a otros países y pone en peligro el suministro de petróleo. “Cuando abra el mercado internacional se podrá conocer el efecto que puede tener en el precio de los combustibles”, apuntó.
Fausto Velásquez, gerente de Uno Guatemala —licenciatario de la marca Shell en Guatemala—, describió la situación como preocupante, ya que el Medio Oriente es considerado una zona clave en la comercialización de petróleo. Dada la incertidumbre sobre los alcances de un eventual conflicto, los mercados ya lo estaban especulando.
“Ahora que empieza a darse, es prematuro dar conclusiones al no conocer los alcances”, señaló. Aunque en Guatemala no se consumen productos derivados de esos mercados, sí habrá un efecto. Explicó que el mundo está consumiendo entre 102 a 104 millones de barriles al día, y hay un equilibrio entre la oferta y la demanda, en el cual los países de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) juegan un papel importante, representando entre el 25 y el 30 por ciento de la oferta mundial de crudo.
“En la medida que exista un desbalance en los suministros de esos mercados, provoca que exista un recorte de producción y, por lógica, en la oferta, y por la ley de la oferta y la demanda, esto tiende a afectar los precios”, subrayó.
Reiteró que se tienen que analizar los alcances que se están dando y determinar si hay un impacto en el suministro de petróleo en los países productores del Medio Oriente, por lo que es prematuro brindar conclusiones. Sin embargo, “hay que estar atentos al desenvolvimiento del mercado, las fuentes de suministro y cómo esto puede impactar en los precios”.
Ceballos descarta que exista un efecto directo político para Guatemala; sin embargo, considera que es un problema que podría volverse un conflicto en el cual se involucre el principal socio comercial, que es EE. UU., y que tendría implicaciones para el país.
“Si Estados Unidos logra detener el conflicto o se involucra, podría ser un problema, porque sigue habiendo un caos en la logística internacional, no solo del Canal de Panamá, sino también del Medio Oriente. Una subida en los precios del petróleo y problemas en la navegación comercial internacional detendrían mucho del comercio con China y Europa, lo que incrementaría los costos para las líneas navieras, costos que todos terminan pagando”, explicó.
Desde la visión empresarial exportadora, el mayor problema será logístico, algo que no ha sido controlado desde el lado monetario. Buena parte de la inflación proviene de las cadenas de suministro y la Reserva Federal (Fed) no ha logrado mitigarla, volviendo difícil el embarque diario. Por la cercanía política de Guatemala con Israel y con los Estados Unidos, habrá presión para mostrar apoyo político a nivel internacional.
Desde la perspectiva económica, esto podría influir en los precios del petróleo, dependiendo de hasta qué punto otros países se involucren, agregó Juan Carlos Zapata, director ejecutivo de la Fundación para el Desarrollo de Guatemala (Fundesa).
Según el directivo, no se esperan muchos cambios en los próximos días, a excepción del precio de los combustibles, que podrían experimentar un incremento. Además, aseguró que el nuevo conflicto en el Medio Oriente tendrá un impacto político en las elecciones de los Estados Unidos que podría favorecer al expresidente Trump, lo cual tendría una incidencia en la cooperación y mayor presión por temas migratorios.
Presión para Guatemala
Los efectos políticos para Guatemala de un conflicto entre Irán e Israel serán mínimos.
Se ponderará el efecto diplomático, dado que Guatemala mantiene estrechos y fuertes lazos con Israel, y su apoyo será incondicional. Mientras tanto, con Irán, se mantienen relaciones diplomáticas concurrentes desde México y las Naciones Unidas en Nueva York, con un intercambio comercial mínimo, por no decir nulo, señaló el internacionalista Roberto Santiago Servent.
En el aspecto comercial y económico con Israel, Guatemala podría verse afectada en las importaciones desde dicho país, pues su prioridad será abastecer el mercado nacional. En cuanto a las exportaciones, se considera que se mantendrán o habrá un pequeño aumento debido a temas de abastecimiento en tiempos de guerra.
En los siguientes días se prevé una escalada de tensiones entre ambos países con efecto dominó en el Medio Oriente.
En el ámbito económico guatemalteco, puede ocurrir una estanflación pues las rutas comerciales serán intervenidas por los aparatos de seguridad militar de los países anexos al conflicto, con el objetivo de evitar el abastecimiento del enemigo.
En cuanto a las incidencias en el terreno político, el analista considera que Guatemala se verá presionada por el mundo occidental para denunciar públicamente y votar en organismos internacionales a favor de Israel, país con el cual tiene un completo compromiso diplomático. Indirectamente, se pueden perder apoyos de la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) o cooperación internacional que serán trasladados a la región del Medio Oriente y directamente el estancamiento de las relaciones bilaterales con los países en conflicto y otros países involucrados indirectamente.
Conflicto más complejo y grave
Roberto Wagner, analista y consultor político-económico independiente, reiteró la necesidad de estar pendientes a las posibles alzas en los precios de los combustibles y gas, ya que cualquier conflicto en el Medio Oriente tiende a provocar incrementos cuando se presentan este tipo de situaciones, que en este conflicto podrían ser más intensos.
Recordó el conflicto entre Hamás e Israel con la Franja de Gaza, ahora sumado al ataque de Irán, y cómo otros países de la región podrían involucrarse, generando un conflicto aún más complejo y grave, lo que tendría una repercusión significativa en el mercado del petróleo y gas.
En lo político, señaló que podría ser una oportunidad para Guatemala de aprovechar esta situación, ya que Estados Unidos definitivamente apoyará a Israel. Este tercer conflicto involucra a EE. UU., considerando el de Ucrania con Rusia y la situación en Yemen, que parece controlarse, pero este conflicto sería más complejo y, en un año electoral, podría ser significativo para el partido Demócrata.
“Guatemala puede presentarse siempre como una opción, de que no toda la política exterior de EE. UU. está mal y de que la cooperación que puede darse en materia de seguridad, económica y para crear oportunidades para mitigar la migración puede ser algo positivo para la actual administración”, mencionó Wagner.
Los conflictos en el Medio Oriente pueden generar un efecto dominó, y es posible que se involucren otros actores en esa región, como Irak y Arabia Saudita, un enemigo político y religioso de Irán.
Esto puede generar más complejidad en la relación con grupos como Hamás y Hezbolá.
Wagner concluyó: “Lo peor que puede pasar, si hay una escalada entre Irán e Israel, es cómo reaccionarán otros países y esa reacción en más países miembros de la OPEP podría tener un efecto económico bastante fuerte a nivel mundial. Pero en lo político, es crucial el manejo de las posiciones de las potencias y ahí es donde hay que tomar en cuenta la buena relación entre Guatemala y Estados Unidos y cómo ambos países se pueden beneficiar de esa hermandad”.
ESCRITO POR:
Urias Gamarro