Rusia anunció este martes que ha postergado el lanzamiento de su sonda Luna-25 a causa de un problema con el sistema de descenso.

Esta misión, en principio programada para octubre y postergada para 2022, será el primer lanzamiento por parte de Moscú de una sonda lunar desde la década de 1970.

Es un golpe muy duro a las ambiciones de Rusia de permanecer vigente en la nueva carrera hacia la Luna, puesto que la NASA estadounidense planea enviar astronautas hacia allí en 2024.

El director de NPO Lávochkin, empresa que desarrolla la sonda Luna-25, Alexander Shirjakov explicó este martes el aplazamiento a causa de “ciertos problemas detectados durante las pruebas”, específicamente la necesidad de “desarrollar un sistema de alunizaje con absoluta seguridad”.

La agencia espacial rusa Roscosmos había anticipado el viernes pasado que el lanzamiento de la sonda Luna-25, ‘a priori’ fue postergado para mayo de 2022.

La agencia mencionó “la necesidad de comprobar mejor (…) el funcionamiento de diferentes instrumentos…”.

El proyecto Luna-25 es el primer paso en una serie de misiones rusas en vistas de poner una eventual base en órbita o inclusive sobre la superficie lunar, construida conjuntamente con China.

La industria espacial rusa ha sufridos muchas dificultades en los últimos años, entre lanzamientos fallidos y escándalos de corrupción, aunque igualmente ha anunciado proyectos ambiciosos, lo que incluye la construcción de una estación espacial que reemplace a la ISS.