A través de una campaña se busca evitar que se pierda el único mural de Caravaggio que se encuentra en una propiedad que está a punto de ser subastada.
A ocho días de la subasta del palacio romano en el que se encuentra el único mural de Caravaggio y una obra maestra de Guercino, crecen las peticiones para que no caiga en manos privadas e intervenga el Estado italiano para conservar este patrimonio cultural.
La petición lanzada en la plataforma Change.org para que el Estado compre la Villa de la Aurora, hasta ahora en manos de la actriz estadounidense Rita Jenrette, viuda del aristócrata Nicolò Boncompagni Ludovisi, fallecido en 2018, ha alcanzado las 35 mil firmas, pero también se ha movido el ministro de Bienes Culturales, Dario Franceschini.
Según los medios italianos, Franceschini ha escrito al jefe del Gobierno, Mario Draghi, y al ministro de Economía y Finanzas, Daniele Franco, para consultar si el Ejecutivo tiene la intención de actuar sobre el tema y cómo.
«A nadie le gustaría escribir una petición así. El Casino de la Aurora, lo que queda de Villa Ludovisi, elogiado por Gogol, James y D’Annunzio como una maravilla de la Italia unida (…) será subastado a particulares cuando el Estado debería haber ejercido el derecho de suscripción. Usemos los fondos europeos para salvaguardar algo que es nuestro. Firma para evitar que se venda otro pedazo de Italia», se lee en la petición online.
Un Tribunal de Roma ha decidido que el palacio sea vendido o sacado a subasta el 18 de enero para que los herederos Ludovisi, al parecer incapaces de mantener el edificio, salden una deuda tributaria. «No ha sido mi decisión», reconoce Jenrette, tercera y última esposa del príncipe Nicolò.
El juez ha determinado el precio de salida en US$392 millones , aunque el perito lo elevó a US$528 millones , mientras los historiadores insisten en que su valor es incalculable.
Según las leyes, antes de que el Gobierno pueda ejercer el derecho de preferencia, un particular debe comprar la propiedad y solo en ese momento y dentro de los 60 días de la cesión, el Estado puede intervenir ofreciendo la misma cantidad o una cifra más alta y entonces sería suya.
Por el momento se mantiene el silencio por parte del Estado ya que esto podría incidir en el precio de la subasta de la «villa» que ha sido el hogar durante 18 años de la «princesa» viuda de Nicolò.
La considerada única pintura mural de Michelangelo Merisi Caravaggio, uno de los grandes maestros del «Cinquecento», decora la bóveda de una pequeña sala a la que se accede por una estrecha escalera de caracol y representa a Júpiter, Plutón y Neptuno, con el globo terrestre en el centro rodeado por los signos del zodiaco.
Aunque el nombre del palacio se debe a la bóveda pintada al fresco por Guercino que representa el carro de la Aurora y que se encuentra a escasos metros de otra sala del siglo XVI, la de los Paisajes, en la que se pueden observar las obras de cuatro pintores se «desafiaron» entre sí: Domenichino, Paul Bril, Giambattista Viola y Guercino.
Fue Giovan Francesco Barbieri, más conocido como Guercino, quien ganó «el premio:» pintar el resto de la villa.
El 18 de enero comenzará la subasta, que durará 24 horas y no se podrán ofertar menos de 353 millones de euros y cada puja supondrá un aumento de un millón.