El excandidato presidencial Isaac Farchi Sultán y el exaspirante a diputado Alberto de Jesús Alvarado Oliva fueron parte del grupo de anfitriones que recibió en abril a una delegación rusa que supuestamente entregó dinero en efectivo oculto en una alfombra, en la casa del presidente de la República, Alejandro Giammattei, presuntamente a cambio de asegurar el arrendamiento de una porción de la Empresa Portuaria Nacional Santo Tomás de Castilla (Empornac) en Izabal. Ambos tienen vínculos con partidos políticos y con la Portuaria bajo cuestionamiento.

Según un testigo que declaró en la Fiscalía Especial Contra la Impunidad (FECI) cuando esta aún era dirigida por Juan Francisco Sandoval, Alvarado fue quien encabezó la comitiva que llevó a los visitantes rusos por varios sitios turísticos del país. La declaración sostiene que Alvarado se identificó como empleado del Ministerio de Comunicaciones. Sin embargo, hasta julio no aparece en las planillas oficiales de dicha dependencia.

De lo que sí hay registros es de que, en 2020, Alvarado prestó servicios técnicos en la Empornac, donde devengó Q23 mil mensuales en el renglón 029. De la prestación de sus servicios no hay evidencia en Guatecompras, tampoco están claras las funciones que desempeñó: “Coadyuvar para el mejor desempeño de las atribuciones y deberes que corresponden a la gerencia general de la Presidencia de la Junta Directiva, coordinar la agenda de trabajo del señor gerente general y presidencia de la Junta Directiva, revisar expedientes que se sometan a conocimiento, decisión o aprobación del señor gerente general y presidencia de la Junta Directiva”, se indica en el contrato.

Antes de llegar al gobierno de Alejandro Giammattei, Alvarado fue candidato a diputado con el partido Fuerza en las elecciones  de 2015 y 2019. Ninguna vez fue electo. Fuentes de ese partido dan cuenta que la cercanía entre Alvarado y Giammattei se inició en 2015, cuando el hoy mandatario fue presidenciable de esa organización.

De presidenciable a comisionado

Durante las pasadas elecciones, el partido Visión con Valores (Viva), que postuló a Farchi, fue uno de los que hizo alianza a favor de Giammattei en la segunda vuelta. Tras el triunfo de Giammattei con el partido Vamos, Farchi fue nombrado como coordinador general adjunto del Comité Ejecutivo del Programa Nacional de Competitividad (Pronacom). Bajo ese cargo, fue parte de los anfitriones de los rusos, cuyo principal interés es agilizar la extracción de níquel por el Puerto Santo Tomás, por medio de un arrendamiento, pero por debajo del costo promedio de alquiler.

Actualmente Farchi está desligado de Viva, según el secretario de ese partido, Armando Castillo, pero es uno de los principales financistas de Azul, partido en formación. Esta organización, a pesar de que recientemente inició su creación, está cerca  de completar el mínimo de afiliados para constituir a una organización política: Según el Tribunal Supremo Electoral (TSE), suma 19 mil 151 adherentes, de un total de 24 mil 451 que debe reunir.

El TSE da cuenta que en Azul figuran: Nery Ramos, exdirector de la PNC, la exlegisladora del partido Lider, Rosa Elvira Zapeta Osorio. También María Alejandra Dávila Córdova, propietaria de la empresa Codima, con contratos en el Estado. Además, en Facebook, el exgerente de la Empornac, Byron Francisco Pineda, promociona a Azul. De igual forma lo hace Francisco Cappa, exdiputado del Partido Patriota por Izabal. 

Revivir al partido

A pesar de que el TSE canceló al partido Fuerza por no alcanzar los votos suficientes en los comicios de 2019, el expresidenciable de esa organización, Mauricio Radfod, busca aprobar un nuevo partido con nombre y logotipo casi idénticos al cancelado: la nueva organización se llamará Fuerza Guatemala y aunque la Ley Electoral prohíbe por 10 años usar el nombre y emblema de una organización disuelta, el Tribunal le ha permitido seguir con el trámite. Radford negó que Alberto Alvarado tenga relación con el “nuevo” partido, aunque indicó que es su amigo.