Los constructores señalados de haber aportado Q20 millones a la campaña electoral del presidente Alejandro Giammattei obtuvieron ampliaciones millonarias de sus contratos, así como pagos puntuales, incluso tras la salida de José Luis Benito del Ministerio de Comunicaciones, a quien le incumplieron la promesa de dejarlo un año más en ese cargo.

La investigación publicada el pasado lunes por el diario digital salvadoreño El Faro dejó señaladas a cuatro constructoras de haber financiado en 2019 la campaña electoral de Alejandro Giammattei a cambio de que el entonces ministro de Comunicaciones, José Luis Benito Ruiz, continuara por lo menos durante un año más en ese cargo.

La nota periodística se basa en pruebas en calidad de anticipo ante el Juzgado de Mayor Riesgo “D”, que dirige la jueza Erika Aifán, que menciona a las empresas Coamco, de Juan Pablo Mansilla Morales; Supervisión, Construcción y Mantenimiento (SCM), de Alejandro Matheu Escamilla; Constructora J.J.R.R., de William Haroldo Romero Chojolán, y Proyectos Múltiples Prourba, de Rafael Ricardo Bonilla Miyares.

Las investigaciones periodísticas de El Faro encontraron evidencias y pruebas que involucran al presidente Alejandro Giammattei de haber negociado la entrega de Q20 millones —US$2.6 millones— provenientes de sobornos de empresas constructoras para financiar su campaña en 2019. A cambio de ese dinero, Giammattei se habría comprometido  con el entonces ministro de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda (CIV), José Luis Benito, a conservarlo en el cargo un año y mantener operando un millonario esquema de corrupción en contratos de construcción y mantenimiento de carreteras.

elPeriódico revisó los contratos que obtuvieron las cuatro constructoras durante la gestión de José Luis Benito Ruiz y el primer año del gobierno de Alejandro Giammattei, y encontró que el techo presupuestario de las obras gozaron de un considerable incremento, además de que se mantuvo el apoyo financiero para realizar los pagos a esas empresas.

Lo anterior pareciera revelar que hubo un cumplimiento parcial al acuerdo tácito que existía entre Benito Ruiz y el entorno más cercano del presidente Giammattei.

En total, las constructoras señaladas vieron cómo las obras que les fueron adjudicadas entre 2017 y 2020 tuvieron un incremento de Q319 millones 433 mil 146.37 al monto original del contrato que les fue otorgado.

La acusación que se desprende incluso con evidencia documental del trabajo periodístico de El Faro debe ser investigada y perseguida por varias entidades públicas: el Tribunal Supremo Electoral, porque los aportes de las constructoras señaladas a la campaña electoral del presidente Giammattei no fueron declarados como financiamiento por el partido Vamos; la Contraloría General de Cuentas, por tratarse de fondos públicos y contratos de obra vial; la Comisión Presidencial contra la Corrupción, por tratarse de un caso de gran impacto que señala al actual mandatario, y el Ministerio Público, que contra toda lógica sale en defensa del mandatario, en lugar de investigar el caso.