Aliados y opositores por igual, han manifestado su incomodidad por la falta de una agenda común.

El pasado jueves, mientras 94 diputados aprobaban una nueva adjudicación de presupuesto para los Bomberos Municipales Departamentales, 19 de los 23 diputados independientes, electos por Movimiento Semilla, votaron en contra. Los legisladores, liderados por Samuel Pérez, fueron abucheados por la oposición y por los aliados por igual.

Esta escena es solo un reflejo del distanciamiento que comienza a evidenciarse en el grupo que hace menos de dos meses se constituyó como la alianza oficialista y con acuerdos políticos, principalmente con la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE) y con Cabal, consiguieron la Junta Directiva.

Hasta ahora la actual legislatura ha aprobado siete decretos, una actividad parlamentaria ágil, si se compara con el letargo de la anterior directiva; sin embargo, hay dudas sobre el fondo estratégico de las propuestas y la inercia para continuar.

Ahora mismo, los oficialistas tienen problemas hasta para consensuar la agenda de sesiones plenarias y perdieron su espacio en la instancia de jefes de bloques por su calidad de diputados independientes.

Mientras tanto, las bancadas aliadas al oficialismo reconocen que hace falta liderazgo y, aunque se aprueban leyes, son iniciativas rezagadas de otras legislaturas, con poca polémica.

En el otro extremo, la oposición ya identifica un fraccionamiento en el grupo, y advierten que los diputados oficialistas han incumplido con los acuerdos políticos que les valió para tener cierta cuota de poder sobre la Junta Directiva que lidera el Congreso. Otros van más allá y advierten que esa alianza del 14 de enero no sobrevivirá más allá de Semana Santa.

Pese a las críticas, Pérez confía en que los acuerdos están intactos y la alianza sólida, porque “va más allá de un tema en jefes de bloques, más bien creemos que vamos a tener una mayoría, como lo hemos demostrado, completamente fuerte, firme y amplia dentro del Congreso”, dijo ayer en rueda de prensa.  

Esa alianza a la que Pérez se refiere, minutos antes fracasó en su intento de imponer una agenda de sesión para hoy, por lo que ante la falta de acuerdos se suspendió la plenaria de este martes y solo se consiguió convocar para el jueves.

Pérez insiste en que la falta de acuerdos, porque ellos no hacen negociaciones a base de dinero.

“Cuando se está en democracia hay discusiones democráticas. Puede haber diferencias, pero eso no quiere decir que no sigamos en un mismo proyecto político”, insistió Pérez.

«Hasta el día de hoy yo no he recibido muestras de que esta alianza oficialista se esté desintegrando»

Nery Ramos, el excomisario de la Policía Nacional Civil que ganó un escaño con el partido Azul y ahora preside el Congreso, niega que la alianza de haya desgastado, pero sostiene que cada diputado es libre de apoyar las propuestas que le interesen, sin ningún compromiso previo.

“Habrá otros temas donde ellos tienen el absoluto derecho de apoyar o no apoyar. Pero hasta el día de hoy yo no he recibido muestras de que esta alianza oficialista se esté desintegrando”, dijo Ramos. Un ejemplo, puede ser la sesión del pasado jueves, donde los oficialistas decidieron no apoyar a nadie.

Ramos, aún en su corta carrera política que comenzó el 14 de enero último, está consciente de que la alianza no será eterna, pero, por ahora, los acuerdos políticos se mantienen, afirma.

Sin liderazgo

En la bancada oficialista hace falta liderazgo. Al menos eso piensa Orlando Blanco, diputado de Voluntad, Oportunidad y Solidaridad, bloque que, aunque es aliado y comparte una secretaría en la actual Junta Directiva, ha comenzado a distanciarse del oficialismo.

“El liderazgo de la bancada oficial debe de hacerse y debe de traducirse no solo en las relaciones políticas, sino también en el traslado de una agenda de parte del Ejecutivo. Lo que se está haciendo es rescatar iniciativas de ley que son buenas, pero que están en el Congreso”, dijo Blanco.

La falta de una dirección es uno de los problemas que identifican los aliados y la comunicación es otra. Como sucedió la semana pasada, cuando se habló que el Ejecutivo preparaba una solicitud de ampliación presupuestaria y en el Congreso, donde se debe aprobar, nadie se dio por enterado.

“Políticamente fue desatinado que antes de dar el anuncio de una ampliación presupuestaria no informen del destino el dinero, porque así uno no sabe para dónde va, y el no hacerlo le genera, de entrada, al gobierno que lo propone, un desgaste inmenso; una vez más, una novatada del ministro de Finanzas”, dijo Cristian Álvarez, de Compromiso, Renovación y Orden (Creo).

Las críticas para la alianza son más severas desde la oposición, donde se visualiza una ruptura inminente.

“Hay algunos diciéndome, ‘mira, mejor hagamos equipo, porque estos no tienen palabra’, ‘mira esto aquí’, esto allá. Entonces, se nota la molestia y se ha ido manifestando con la ausencia de muchos e ir rompiendo la agenda”, reconoció Allan Rodríguez, de Vamos y expresidente del Congreso.

Rodríguez atribuye que esto se debe a que el oficialismo no cumplió con algunos nombramientos, como el de gobernadores departamentales, extremo que el diputado Samuel Pérez niega, al decir que estos cargos no forman parte de las negociaciones.

El diputado Byron Rodríguez, del bloque Todos, considera que después de Semana Santa se podrá ver si la alianza continua o no.

“Habrá que esperar -a ver- qué sucede la siguiente semana, porque eso será clave y vital para ver si la alianza continúa o si hay una paralización del trabajo legislativo”, señaló.