La Oficina de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos ve “evidencias crecientes” de crímenes de guerra en Ucrania por parte de las tropas rusas, mientras el alcalde Mariúpol denuncia la existencia en la ciudad de fosas comunes con varios miles de cadáveres.

Mediante un comunicado, la alta comisionada de la ONU para los derechos humanos, la chilena Michelle Bachelet, aseguró que en Ucrania las fuerzas armadas rusas “han bombardeado indiscriminadamente áreas pobladas, asesinando civiles y destruyendo hospitales, escuelas” y otras infraestructuras no militares.

Esos son los indicios de posibles crímenes de guerra en estas ocho semanas de conflicto, en el cual “la ley humanitaria internacional no sólo ha sido ignorada, sino totalmente abandonada”.

El ataque a la estación de tren de Kramatorsk el 8 de abril, que causó la muerte de 60 personas e hirió a otras 111, simboliza la falta de respeto a las leyes internacionales que prohíben acciones militares indiscriminadas de este tipo, indicó la alta comisionada.