La economía guatemalteca cerrará la inflación con doble dígito este año, lo que en parte está asociado a factores externos, pero faltan varias acciones tendientes a proteger la economía familiar.

Los consumidores han experimentado constantemente un encarecimiento en los bienes y servicios en este año que está por concluir y al hacer un balance de lo que ha pasado, es evidente que hay una alta incidencia de inflación importada, que se refleja en los precios que los consumidores pagan al momento de adquirir algún bien.

Pero la espiral inflacionaria que se ha presentado en el país no es exclusivo, sino que es una tendencia a nivel mundial, incluidas las economías avanzadas y en desarrollo, que han experimentado la pérdida del valor adquisitivo de sus respectivas monedas.

A noviembre pasado, según el Índice de Precios al Consumidor (IPC), el ritmo inflacionario fue de 9.17%, menor al 9.7% en octubre, mientras que la inflación acumulada fue de 8.98% (8.99% en el mes anterior y la mensual fue negativa en 0.01% (0.98% en octubre).

Por lo pronto, las autoridades económicas prevén que la inflación anual será de 9.75%, que casi es un indicador de doble dígito, cuando lo ideal es que sea de uno, en tanto que se observará una disminución a partir de marzo próximo.