Hijos, nietos y sobrinos prolongan la fama de sus antecesores en la industria del cine.
Las sagas familiares existen en todos los ámbitos profesionales, pero en el cine, teniendo en cuenta su repercusión mediática, son mucho más llamativas. Dylan Penn ha sido la última en unirse al cuadro de honor de hijos que trabajan junto a su progenitor como ya lo hicieron Vivienne Jolie-Pitt o Jane Fonda.
Que los padres guíen los primeros pasos de sus hijos es habitual, también en el cine donde numerosas sagas han sido el caldo de cultivo de la industria que ha sabido cómo sacarles el mejor partido, especialmente cuando progenitores e hijos han trabajado juntos.
Los últimos en sumarse han sido Sean y Dylan Penn. Padre e hija protagonizan Flag Day (El día de la bandera), película, que además de interpretar, también dirige el actor, que ha rechazado que sea un intento de estar hecha por y para su hija como compensación por haber sido un padre ausente durante su infancia.
Un relato en el que una mujer busca la reconciliación con su padre. En la película también participa Hopper, el segundo hijo de Sean Penn y la actriz Robin Wright. Todo queda en familia.
Vivienne Jolie-Pitt dio sus primeros pasos en el cine al lado de su madre Angelina Jolie a los cinco años, durante el rodaje de Maléfica, donde, según confesó la actriz, al verla caracterizada todos los niños lloraban, menos su hija, razón por la que decidieron que fuera ella quien interpretara en una pequeña secuencia el personaje de Aurora.