El papa Francisco celebra este sábado una multitudinaria misa al término de una corta visita a Marsella (sureste de Francia), desde donde llamó a Europa a la “responsabilidad” con los migrantes y denunció el “fanatismo de la indiferencia”. El papamóvil del pontífice argentino hizo su entrada en el Estadio Velódromo, tras recorrer las calles de la ciudad mediterránea, donde fue acogido entre aplausos del público –las autoridades esperaban 57 mil personas– y gritos de “¡Papa Francesco!”.
“Venimos de lejos, pero era importante estar aquí, porque estaremos en comunión con toda la comunidad religiosa, católica”, dijo a la AFP Aurea Dias Neto, una mujer de 52 años nacida en Santo Tomé y Príncipe, pero residente en el centro de Francia. AFP