A menos de un mes de la COP26, el clima entró en la agenda del Consejo de Derechos Humanos, que por primera vez reconoció el derecho a un medio ambiente sano y sostenible, y que creó un puesto de relator.
En un comunicado, la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, aplaudió «la acción decisiva del Consejo».
«Después de mucho tiempo pidiendo esta medida, me complace que la acción de hoy del Consejo reconozca claramente la degradación del medio ambiente y el cambio climático como crisis interconectadas con los derechos humanos», reaccionó.
En una primera resolución, propuesta por Cosa Rica, Maldivas, Marruecos, Eslovenia y Suiza y apoyada por varios países europeos, el Consejo afirma que «el ejercicio del derecho a disfrutar de un medio ambiente limpio, sano y sostenible es un elemento importante del disfrute de los derechos humanos».
El texto, elogiado por oenegés como Amnistía Internacional, fue adoptado por amplia mayoría. Ningún país se opuso pero cuatro se abstuvieron: China, Rusia, India y Japón.
Pide a los Estados que «fortalezcan sus capacidades en materia de protección del medio ambiente, a fin de cumplir sus obligaciones y compromisos en materia de derechos humanos», afirmando que «los daños al medio ambiente tienen efectos negativos, directos e indirectos, sobre el ejercicio efectivo de esos derechos».
«Esta resolución trae esperanza en el contexto de catástrofes climáticas generalizadas y crecientes y constituye un momento importante en la lucha contra la degradación del medio ambiente», afirmó Ashfaq Khalfan, director del programa Derecho y Política de Amnistía Internacional, y reclamó a los Estados que actúen para que se traduzca en «un cambio real».
– «Momento histórico» –
Además, el Consejo aprobó por amplia mayoría otra resolución, propuesta por la Unión Europea, las Islas Marshall, las Bahamas, Fiyi, Panamá, Paraguay y Sudán, para crear un puesto de relator «sobre la promoción y la protección de los derechos humanos en el contexto de los cambios climáticos».
El texto fue adoptado con 42 votos a favor y 4 abstenciones (Eritrea, India, Japón y China). Solo Rusia votó en contra.
En un comunicado conjunto, los países que propusieron la resolución acogieron con beneplácito la mayor atención prestada por el consejo al cambio climático.
Se trata de un «momento histórico para la acción climática», afirmó el embajador de Panamá, Juan Castillero, mientras que la jefa de la delegación de la UE ante la ONU en Ginebra, la embajadora Lotte Knudsen, consideró que se trataba de «una señal fuerte, en particular con vistas a la próxima conferencia de las Naciones Unidas sobre el cambio climático (COP26)».
El relator, nombrado por un período de tres años, se encargará de estudiar y determinar «cómo influyen los efectos adversos del cambio climático, incluidos los desastres repentinos y los desastres de evolución lenta, en el disfrute pleno y efectivo de los derechos humanos», y formular recomendaciones.
También deberá determinar los problemas actuales, incluidos los financieros, que afrontan los estados que se esfuerzan por promover los derechos humanos al tiempo que hacen frente a los efectos del cambio climático.
De cara a la cumbre sobre el clima de la ONU en Glasgow (Escocia), «la creación de este mandato envía un mensaje prometedor a millones de personas de todo el mundo, que necesitan con urgencia que sus gobiernos reconozcan estas crisis y den respuestas a ellas», afirmó Lucy McKernan, de la oenegé Human Rights Watch (HRW) en Ginebra.
El puesto de relator «permitirá aumentar la responsabilidad de las violaciones de los derechos relacionadas con el cambio climático», añadió.