Estados Unidos volvió a advertir este lunes que está dispuesto a tomar «otras medidas» si fracasan las negociaciones para salvar el acuerdo nuclear con Irán, sin cerrar la puerta a la diplomacia.
Tras una gira de una semana por el Golfo Pérsico y Europa, el enviado de Estados Unidos para Irán, Rob Malley, reafirmó que tanto las naciones europeas como las árabes del Golfo apoyan una solución pacífica para acabar con el programa nuclear iraní.
Sin embargo, reiteró que Estados Unidos tiene «otras opciones», una advertencia hecha por el Secretario de Estado, Antony Blinken, a principios de este mes junto a su homólogo de Israel, quien ha amenazado con atacar.
«Continuaremos con la diplomacia, incluso mientras tomamos otras medidas si nos enfrentamos a un mundo en el que necesitamos hacerlo», dijo Malley a periodistas.
Añadió que la administración Biden sigue creyendo que «esto sólo puede resolverse diplomáticamente».
«La ventana de la diplomacia nunca se va a cerrar», dijo.
Sin embargo, también reiteró que cada vez es más difícil salvar el acuerdo de 2015 para evitar que Irán adquiera armas nucleares, también conocido por sus siglas JCPOA, mientras el gobierno iraní no decida retomar las negociaciones suspendidas desde junio.
Esa «puerta» allí «no va a permanecer abierta para siempre», advirtió.
Se negó a fijar una fecha límite, explicando que no se trataba de una «cuenta atrás cronológica» sino «tecnológica»: «En algún momento, el JCPOA habrá dejado de tener sentido, porque Irán habrá hecho progresos irreversibles» en materia nuclear.
El expresidente de Estados Unidos Donald Trump dio un portazo en 2018 al acuerdo de la comunidad internacional con la República Islámica, diciendo que era insuficiente, si bien Teherán lo había estado cumpliendo hasta entonces.
Después de esto, Estados Unidos restableció las sanciones que había levantado e Irán comenzó a incumplir las restricciones a su programa nuclear como represalia.
El presidente Biden ha dicho que está dispuesto a volver al acuerdo si Irán también renueva sus compromisos.
Pero las negociaciones indirectas abiertas en abril en Viena se estancaron desde la elección en junio de un nuevo presidente iraní, quien es ambiguo en sus intenciones y provoca impaciencia entre las principales potencias.