El inspector de la Policía Nacional Civil (PNC), Eder Misael Hernández Julián, de 42 años, salió de su residencia ubicada en la aldea Los Andes, en Morales, Izabal, el martes 2 de diciembre por la mañana. Llevaba su uniforme en una mochila negra y conducía una camioneta agrícola modelo 2007, placas P-176JKR.

A unos 15 kilómetros de su vivienda, sujetos a bordo de un picop lo interceptaron y le dispararon, según el informe policial. A las 7.10 horas se registró una persecución y ataque armado en el kilómetro 237 de la ruta al Atlántico, jurisdicción de Morales, Izabal, informó la PNC.

El picop utilizado por los atacantes no tenía placas, pero las primeras pesquisas indican que se trata de un vehículo tipo picop, modelo 2013, registrado a nombre de Nixon Urrutia, sin reporte de robo.

La primera línea de investigación apunta a una “venganza por problemas personales”.

Inspector estaba asignado en Petén

Hernández Julián trabajaba en la Comisaría Departamental de Petén, donde fungía como inspector, según indicaron sus familiares a los investigadores. “El día del ataque se dirigía al departamento de Petén a trabajar”, detalla el parte policial.

Criminales lo vigilaban

Las pesquisas revelan que los sicarios, a bordo del picop, vigilaban a Hernández Julián y lo siguieron por la ruta al Atlántico. “En el momento en que se transportaba en el vehículo sobre la ruta, aprovecharon lo desolado del lugar, lo interceptaron y le dispararon en repetidas ocasiones”, indica el informe.

Se presume que fue un ataque directo. Hernández Julián intentó huir, corrió al menos 200 metros desde su vehículo hacia los matorrales, pero murió tras recibir tres disparos en la espalda.

“El ataque iba dirigido a la víctima, quien era el objetivo principal de los victimarios. Al lograr su cometido, se dieron a la fuga con rumbo desconocido”, añade el documento.

La víctima vestía pantalón de lona negro, playera roja, cincho de tela negro, chumpa azul, calcetines blancos y zapatos tipo tenis, grises con blanco.