Cada vez hay más indicios de que el gobierno podría estar preparando algún tipo de enfrentamiento contra Nicolás Maduro, presidente de Venezuela, quien fue imputado por el Departamento de Justicia estadounidense por cargos de narcotráfico y corrupción durante el primer mandato de Trump. El equipo de Trump ha calificado a Maduro de líder ilegítimo. Pero la fase final sigue siendo poco clara. Esto es lo que sabemos.

Los asesores de Trump presionan para que se lleve a cabo una operación de cambio de régimen

Algunos altos asesores de Trump quieren que apruebe una operación militar para sacar a Maduro del poder, según ha informado The New York Times. Entre los partidarios de un cambio de régimen se encuentran Marco Rubio, secretario de Estado y asesor de seguridad nacional; John Ratcliffe, director de la CIA; y Stephen Miller, principal asesor de Trump en política interior y seguridad nacional.

Rubio, en particular, ha intensificado la retórica sobre Maduro. En agosto, el Departamento de Estado duplicó la recompensa por su captura, y en septiembre, Rubio declaró a Fox News: “No vamos a permitir que un cártel, que opera o se hace pasar por un gobierno, opere en nuestro propio hemisferio”.

Trump afirma que Estados Unidos está en un conflicto armado con los cárteles

El gobierno de Trump ha hecho una serie de afirmaciones controvertidas sobre Maduro y los cárteles de la droga. El gobierno de Trump ha designado a varias organizaciones criminales venezolanas como organizaciones terroristas. Entre ellas se encuentran el Tren de Aragua y el llamado Cartel de los Soles, que el gobierno estadounidense ha descrito como un grupo criminal con sede en Venezuela.

Trump y sus ayudantes han acusado a Maduro de controlar el Tren de Aragua y de dirigir el Cartel de los Soles. La semana pasada, el gobierno informó al Congreso que Trump había “determinado” que Estados Unidos estaba implicado en un conflicto armado formal con ciertos cárteles de la droga que su gobierno ha considerado terroristas, sin nombrar a los grupos.

Estados Unidos ha acumulado fuerzas militares cerca de Venezuela

A finales de julio, Trump firmó una orden aún secreta por la que ordenaba al Pentágono que empezara a utilizar la fuerza militar contra los grupos que su gobierno había designado como terroristas. Y desde agosto, el ejército estadounidense ha aumentado considerablemente sus fuerzas navales en el sur del mar Caribe. El ejército ha desplegado en la región ocho buques de guerra, varios aviones de vigilancia P-8 de la Armada, MQ-9 Reapers y un submarino de ataque. La flotilla incluye varios destructores con misiles guiados, aviones de ataque y una unidad expedicionaria que transporta a miles de marines.

También ha trasladado cazas avanzados F-35 a Puerto Rico, entre otras cosas. La fuerza total en la región, en tierra y a flote, supera los 6500 efectivos. Los especialistas militares afirman que las fuerzas van mucho más allá de lo que sería necesario o útil para interceptar pequeñas embarcaciones sospechosas de contrabando de drogas.

Estados Unidos ya ha atacado a venezolanos en el mar

El ejército estadounidense ha llevado a cabo cuatro ataques conocidos contra lanchas rápidas en el mar Caribe que, según Trump o el secretario de Defensa, Pete Hegseth, traficaban con drogas para “narcoterroristas”, sin ofrecer pruebas. Los ataques se produjeron en aguas internacionales, dijeron, y mataron a un total de 21 personas. El primer ataque, el 2 de septiembre, sigue siendo el más controvertido, no solo porque fue el primero, sino también por las persistentes dudas sobre lo ocurrido. Trump dijo que la embarcación transportaba a 11 personas, todas las cuales, declaró, eran miembros del Tren de Aragua. En un informe al Congreso, Trump justificó el ataque como una cuestión de defensa propia contra los narcotraficantes.

Al parecer, esa embarcación dio la vuelta antes de ser atacada porque las personas que iban a bordo habían visto, al parecer, un avión militar que la acechaba, según funcionarios estadounidenses familiarizados con el asunto. En el segundo ataque a una embarcación, el 15 de septiembre, murieron tres venezolanos, dijo Trump, sin especificar un grupo concreto. Una notificación del gobierno al Congreso calificó a las tres personas de “combatientes ilegales”. El tercero, el 19 de septiembre, también mató a tres personas, dijo, esta vez sin especificar nacionalidad ni grupo.

El 3 de octubre, Hegseth anunció el cuarto ataque de este tipo, en el que dijo que murieron cuatro personas. De manera similar, afirmó que estaban “afiliados” a uno de los cárteles y bandas que el gobierno de Trump había designado como organizaciones terroristas extranjeras, pero no especificó cuál. Tampoco identificó las nacionalidades de los fallecidos.

El gobierno de Trump está analizando realizar ataques dentro de Venezuela

En respuesta a una directiva de la Casa Blanca, el ejército estadounidense ha elaborado planes para ampliar la campaña con ataques dentro de Venezuela, según personas familiarizadas con el asunto. No está claro si entre esas opciones figura una operación de asesinato o captura contra Maduro, ni si Trump ha aprobado algún tipo de ataque en suelo venezolano.

Los venezolanos observan atentamente

Maduro y su gobierno han negado que las personas asesinadas fueran narcotraficantes y han acusado a Trump de intentar iniciar una guerra. Dos figuras de la oposición venezolana han dicho que han estado haciendo planes para intentar tomar las riendas en caso de que Maduro sea derrocado y que han estado hablando con el gobierno de Trump al respecto. Los funcionarios del gobierno se han mostrado tímidos sobre el alcance de su compromiso con la oposición.

Las afirmaciones de Trump son cuestionadas

Maduro y su gobierno son ampliamente considerados corruptos, y los observadores electorales y el gobierno de Joe Biden lo acusaron de robar las elecciones presidenciales de 2024 en Venezuela. Pero muchas otras afirmaciones de Trump y su equipo han sido objeto de un agudo escrutinio. El gobierno de Trump llama “narcoterroristas” a varios cárteles de la droga porque designó terroristas a esos grupos. Fue un uso sin precedentes de esa autoridad. Según el significado ordinario de la lengua inglesa, los terroristas son grupos violentos motivados por fines ideológicos o religiosos, no por la mera búsqueda de ganancias ilícitas.

Trump afirma que Maduro controla el Tren de Aragua, pero la comunidad de inteligencia estadounidense rechaza esa afirmación. El gobierno trata al Cartel de los Soles como un grupo real, pero algunos especialistas en delincuencia latinoamericana lo describen más bien como una metáfora de las redes institucionalizadas de corrupción en el ejército y el gobierno en general de Venezuela.

El gobierno de Trump ha justificado sus ataques contra presuntos traficantes de drogas como defensa propia nacional en un momento de elevadas muertes por sobredosis en Estados Unidos, pero el aumento de las sobredosis ha sido impulsado por el fentanilo, que procede de México, no de Sudamérica.

Las afirmaciones jurídicas de Trump también son cuestionadas

Diversos especialistas en las leyes que rigen el uso de la fuerza han cuestionado la afirmación del gobierno de Trump de que puede matar legalmente a personas sospechosas de narcotráfico como si fueran soldados enemigos, en lugar de detenerlas para procesarlas. Desde el punto de vista del derecho interno, el Congreso no ha autorizado ningún conflicto armado.

Desde el punto de vista del derecho internacional, para que un grupo no estatal pueda considerarse beligerante en un conflicto armado —lo que significa que sus miembros pueden ser objeto de asesinato solo por su condición, no por nada que hagan específicamente— debe ser un «un grupo armado organizado» con una estructura de mando centralizada y que esté participando en hostilidades.

La comunidad de inteligencia estadounidense ha evaluado que el Tren de Aragua, al menos, está formado por “células poco organizadas de redes delictivas individuales localizadas” y está “descentralizado”. Además, el gobierno no ha ofrecido ningún análisis que respalde su afirmación de que el tráfico de un producto peligroso cuenta como “hostilidades”, como si fuera un ataque armado.