Francisco Jiménez, desde su casa de habitación, en sus últimas horas como ministro del Interior, aseguró que siempre confió en su equipo más cercano y confía también en que el sistema de justicia sabrá garantizarle el derecho de defensa, en relación con la fuga de los 20 reos de la cárcel Fraijanes 2.

Su renuncia se da en medio de la fuga de 20 peligrosos pandilleros del Barrio 18, lo que ha llevado a una investigación penal con señalamientos hacia funcionarios de Gobernación. ¿Cómo ve el escenario? ¿Por qué se entrega a la justicia?

Yo tengo principios, los cuales me inculcaron, y uno de esos es quedarse enfrente a los problemas y desafíos que tenemos como seres humanos. Este es un gran desafío para mí, para poder esclarecer la situación de la que se me acusa, aunque no conozco esa acusación, pero básicamente es por tratar de establecer que hay un incumplimiento de deberes por una línea de mando. Yo tengo mi perspectiva, porque la línea de mando no necesariamente es igual en una institución como la nuestra, donde yo no soy parte de la estructura jerárquica directamente, sino que de la responsabilidad política. Pero estos son temas de carácter más bien legal, que hay que esclarecer.

Lo importante es que no me voy del país. Respeto la decisión de quienes lo hacen. Las condiciones no son las mejores, pero yo creo que es importante enfrentarse a las acusaciones en el marco de un proceso que yo pienso que va a ser y esperaría que sea un proceso bajo las características del Estado de derecho.

Eso significa que enfrentará la justicia y el eventual proceso penal. ¿Confía en el sistema de justicia y sus garantías de defensa?

Si no fuera así, yo voy a presentar legalmente mis consideraciones y los recursos legales que tengo para decirlo, pero creo como ciudadano, como un funcionario público que tiene experiencia desde 2020 en diferentes posiciones de autoridad y de responsabilidad en materia de seguridad e inteligencia, salir no es para mí una opción. Y no es una opción porque, insisto, tengo que enfrentar estas acusaciones y tengo que esclarecerlas. Y esto también es una oportunidad para decirle al pueblo de Guatemala que hay personas que estamos dispuestos a poder enfrentar estas situaciones difíciles y que todos debemos de pensar que es el momento que enfrentemos a estas autoridades judiciales que nos están en este caso, y en mi caso, acusando.

Esta decisión es personal. ¿Qué dijo su equipo?

Hay posiciones encontradas. Yo, en las entrevistas que me han hecho durante estos últimos 21 meses, muchas veces, sobre todo, cuando empezamos con el tema del Infiernito y el aumento de captura de extraditables, siempre me han preguntado si no he tenido amenazas. Claro que las he tenido, de manera indirecta y directa.

Información de inteligencia nos ha dicho, precisamente, identificado amenazas muy concretas. Pero siempre decía yo: es parte del trabajo. Así como un médico que asume riesgos, por ejemplo, en la época del covid, muchos médicos se enfermaron, hasta fallecieron, aceptando el reto de lo que el trabajo implica. Es el mismo caso.

Los que trabajamos en seguridad sabemos que hay un riesgo. Pero las condiciones actuales aumentan el riesgo y la amenaza hacia mi persona. Pero tengo que afrontarlas.

Tengo que generar los mecanismos de seguridad. Si me pregunta si estoy temeroso, por supuesto.

¿Ha analizado todos los escenarios jurídicos posibles?

Hay muchas opciones, hay muchos escenarios legales y jurídicos. Veremos qué pasa, pero siempre hay una opción de que se me dé prisión preventiva. Y en el lugar ideal o no, es siempre un alto riesgo que corre mi vida, pero tengo que afrontarlo.

Hemos demostrado que, con interés, con firmeza, con contundencia, podemos afrontar la criminalidad. Y sería también un mal mensaje a la población el que, porque yo me siento directamente en riesgo, no me presente al juzgado.

¿Cuántos de los guatemaltecos no corren todos los días este riesgo? Muchos. Entonces yo creo que me tocó esta situación, tengo que asumirla y enfrentarla.

Y sobre la fuga. ¿Usted se va asegurando que solo se escaparon 20 reos?

Sí, son efectivamente 20. Siempre hay una probabilidad en cualquier sistema, dado nuestro sistema precario, de algunos márgenes de error. Hasta el momento, con el cuidado que hemos tenido después de lo que sucedió hace 10 días, aproximadamente, hemos estado haciendo conteos en los centros penitenciarios.

Sé que está circulando —y no lo sé porque lo he analizado directamente, sino que por información en las redes sociales— que no solo son los 20, sino que hay hasta 28 que salieron del boquerón. Por el momento no tenemos ninguna evidencia en ese sentido.