Desde el martes 8 de julio, cuando se reportaron los primeros temblores que causaron alarma en el territorio guatemalteco, se han contabilizado más de 900 eventos sísmicos hasta este lunes 14.
El Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh) informó que la magnitud de los sismos ha oscilado entre 5.6 y 0.8.
Según la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), la actividad sísmica de los últimos días ha dejado al menos 3,455 personas afectadas, 588 damnificadas, dos desaparecidas, nueve hospitalizadas y cinco fallecidas.
Sin embargo, el presidente Bernardo Arévalo indicó el 10 de julio que la cifra de víctimas mortales se elevaría a siete, debido a dos personas que aún no habían sido identificadas.
En cuanto a daños, al menos 201 viviendas resultaron con daño severo, 219 con daño moderado, 168 con daño leve y 25 están en riesgo.
Asimismo, al menos 46 centros educativos fueron afectados, al igual que 31 carreteras, 13 edificios públicos y una carretera.
Los departamentos donde más se han sentido los temblores son Sacatepéquez, Escuintla y Guatemala.
Los municipios más afectados por los daños que dejaron los sismos son Santa María de Jesús, en Sacatepéquez, y Palín, en Escuintla.