El mercado automovilístico alemán registró el peor mes de septiembre en los últimos 30 años, con menos de 200 mil vehículos nuevos vendidos en un contexto de escasez de chips electrónicos.
Los 196 mil 972 vehículos nuevos matriculados en septiembre suponen una caída interanual del 25.7%, según la agencia federal del automóvil KBA.
“Es el peor mes de septiembre desde 1991”, comentó la federación de importadores de automóviles VDIK.
Desde enero, el sector suma 2.02 millones de ventas, un 1.2% por debajo de la cifra del año anterior, marcado por el derrumbe económico provocado por la pandemia.
“Nos dirigimos a un mercado automovilístico estancado o en declive en 2021” y eso a pesar del nivel “extremadamente bajo del año anterior”, dijo Reinhard Zirpel, presidente de VDIK.
Después de experimentar una recuperación en la primera parte del año, el mercado se vio frenado por la persistente escasez de chips electrónicos.
Septiembre es el tercer mes consecutivo de caída.
La producción cayó un 44% interanual en septiembre y las exportaciones también se derrumbaron un 43%.
“Los cuellos de botella en el suministro de semiconductores son el obstáculo determinante para la producción”, señaló la federación automovilística VDA.
Esta situación puede alargarse hasta 2022 y constructores como Opel, Volkswagen o Ford han decidido cerrar durante varias semanas sus centros de producción en Alemania.