Las autoridades ucranianas han pedido a la OTAN que tome acciones ante los ataques rusos.
A pesar de la presión de Ucrania para que la OTAN imponga una zona de exclusión aérea para ayudar a este país a resistir la invasión de Rusia, los aliados occidentales han descartado repetidamente la idea.
El presidente Volodymyr Zelensky le dijo el lunes al sitio de noticias Axios que Ucrania “puede derrotar al agresor” si Estados Unidos y sus aliados occidentales “hacen su parte”.
“Las sanciones van en la dirección correcta. Además de desconectar el Banco Central Ruso de SWIFT y proporcionar más (misiles) Stinger y armas antitanque, necesitamos que Occidente imponga una zona de exclusión aérea sobre partes significativas de Ucrania”, indicó Zelensky.
“Ucrania puede vencer al agresor. Lo estamos demostrando al mundo. Pero nuestros aliados también deben hacer su parte”.
La OTAN, sin embargo,rechazó oficialmente este viernes su petición.
Funcionarios en Estados Unidos también han reiterado en los últimos días que el presidente Joe Biden no tiene interés en apoyar dicha zona de exclusión.
“Hoy el liderazgo de la alianza dio luz verde a más bombardeos de ciudades y pueblos ucranianos al negarse a crear una zona de exclusión aérea” y “no cerrar el cielo sobre Ucrania”, respondió el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky.
Pero ¿por qué a pesar de los ataques rusos en áreas residenciales de Ucrania y el creciente número de muertes de civiles, Occidente rechaza implementar esta zona de exclusión aérea?
¿Qué son las zonas de exclusión aérea?
Una zona de exclusión aérea se refiere a cualquier región del espacio aéreo donde se ha establecido que ciertas aeronaves no pueden volar.
Puede usarse para proteger áreas sensibles, como residencias de la realeza, o pueden ser establecidas temporalmente durante eventos deportivos y grandes reuniones.
En un contexto militar, una zona de exclusión aérea está diseñada para evitar que las aeronaves ingresen al espacio aéreo prohibido, generalmente para evitar ataques o vigilancia.
Y su implementación tiene que hacerse cumplir por medios militares.
Eso puede incluir vigilancia, ataques preventivos contra sistemas defensivos o derribar aeronaves que ingresan al área restringida.
Una zona de exclusión aérea sobre Ucrania significaría que las fuerzas militares, específicamente las fuerzas de la OTAN, se enfrentarían directamente a cualquier avión ruso que se viera en esos cielos y les dispararían si fuera necesario.
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“Es equivalente a entrar en guerra. Si vamos a declarar una zona de exclusión aérea, tenemos que eliminar la capacidad del enemigo para disparar y afectar nuestra zona de exclusión aérea”.
El secretario de Defensa del Reino Unido, Ben Wallace, dejó en claro que Reino Unido no ayudaría a imponer una zona de exclusión aérea sobre Ucrania porque luchar contra los aviones rusos provocaría “una guerra en toda Europa”.
En declaraciones a la BBC el miércoles, Wallace dijo: “No desencadenaré una guerra europea, pero lo que haré es ayudar a Ucrania a luchar en todas las calles con todos los equipos que podamos conseguir, y los apoyaremos”.
Y EE.UU. también lo ha descartado, por razones similares.
El riesgo adicional de cualquier escalada en un conflicto con Rusia es el espectro de las armas nucleares.
Ese temor se hizo evidente después del anuncio del presidente ruso, Vladimir Putin, de que había puesto a las fuerzas nucleares de Rusia en alerta “especial”.
Muchos han interpretado su acción principalmente como una forma de llamar la atención del público y disuadir a otros países de participar en la guerra, más que de indicar una intención real de usar esas armas.
Pero incluso el más mínimo indicio de una guerra mundial que podría convertirse en una guerra nuclear significa que, a pesar de las terribles escenas de civiles bajo ataque, la probabilidad de una zona de exclusión aérea en Ucrania es mínima o nula.
¿Se han utilizado antes zonas de exclusión aérea?
Después de la primera Guerra del Golfo en 1991, EE.UU. y los aliados de la coalición establecieron dos zonas de exclusión aérea en Irak para evitar ataques contra algunos grupos étnicos y religiosos.
Esto se hizo sin el respaldo de las Naciones Unidas.
En 1992, durante el conflicto de los Balcanes, la ONU aprobó una resolución que prohibía los vuelos militares no autorizados en el espacio aéreo bosnio.
El Consejo de Seguridad de la ONU también aprobó una zona de exclusión aérea como parte de la intervención militar de 2011 en Libia.
Las zonas de Bosnia y Libia fueron reforzadas por las fuerzas de la OTAN.