Naciones Unidas se pronuncia y pide al Gobierno más acciones para detener flagelo. Jueza confirma que problema agobia principalmente a los adolescentes.

El reclutamiento de adolescentes para integrarse a las pandillas es un problema en escalada y que se agravó por medio de las redes sociales, mientras que la Comisión de la Niñez de la Organización de Naciones Unidas (ONU) solicitó al Gobierno de Guatemala que incremente las acciones para detener el flagelo.

El problema ha llegado a tal punto que este año la Policía Nacional Civil (PNC) debió integrar 100 agentes más al programa Escuelas Seguras para el resguardo de 24 centros educativos hostigados por las pandillas.

Investigadores de la División Nacional contra el Desarrollo de las Pandillas (Dipanda) reconocen que aunque distintas instituciones han tomado acciones para evitar que las pandillas recluten estudiantes en los centros educativos públicos, el problema es difícil de controlar, debido a que no ocurre solo en los establecimientos educativos, sino también en los campos de fútbol de colonias populares, a donde acuden jóvenes que abandonaron los estudios o que están desempleados.

Engaños

Verónica Galicia, jueza de Ejecución del Juzgado de Niñez y Adolescencia, y quien junto a otras instituciones de Gobierno integra un programa de prevención para evitar que los menores se integren a las pandillas, afirma que el reclutamiento persiste y «se agravó por medio de las redes sociales».

“Usan las redes sociales con más frecuencia. La mayoría de los adolescentes detenidos este año manifiestan en sus audiencias que los reclutaron por medio de Messenger y sus perfiles de Facebook, principalmente, aunque persiste el acoso en los centros educativos. Esta situación se está viviendo en todo el país”, señaló.

Los investigadores de Dipanda detallan que los pandilleros ofrecen regalos como dinero, zapatos y consolas de videojuegos para que los ayuden a trasladar armas, drogas y dejar teléfonos en negocios, para después recoger el dinero de la extorsión.

En establecimientos educativos, los reclutamientos han sido más frecuentes en las zonas 1, 6, 18 y 24, debido a que son las áreas donde predominan las clicas del Barrio 18.

Problema creciente

El problema ha tenido cierta escalada, puesto que fue hace 8 años cuando se comenzó a trabajar en un programa de prevención del delito, en el que se le otorgaba apoyo a siete escuelas e institutos por la presencia de las pandillas. Sin embargo, el problema ha crecido y este año suman 24 los establecimientos que reciben el apoyo de la policía y otras entidades, principalmente en el departamento de Guatemala.

Galicia refiere que los menores de 13 y 18 años que cursan sexto primaria y nivel diversificado son el blanco de las pandillas. El problema se agudiza con el inicio de las clases presenciales.

En el 2023, la juez Galicia denunció públicamente que el reclutamiento de menores en los establecimientos educativos se hacía con tanta impunidad, a tal punto que los antisociales ingresaban a los centros educativos a convencer a sus potenciales víctimas, y ni siquiera portaban el uniforme del establecimiento para pasar desapercibidos.

Actualmente suman 10 instituciones, entre dependencias del Estado y entidad privadas, las que trabajan en planes de prevención para erradicar la presencia de pandillas en los establecimientos educativos, puesto que también se ha determinado que hay alumnos que ya pertenecen a esos grupos antisociales y tienen como misión continuar con el reclutamiento.

La PNC, la Secretaría de Bienestar Social (SBS), el Juzgado de Niñez y Adolescencia y otras entidades tienen como funciones visitar las escuelas e institutos para concientizar a los alumnos y padres de familia sobre cómo prevenir que los menores se inmiscuyan en las maras.

Preocupación

En su séptimo informe sobre la situación en Guatemala, el comité que vigila el cumplimiento de la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño, muestra su preocupación de la violencia de estos grupos en la infancia y pidió al Gobierno de Guatemala que prevenga los reclutamientos de menores en las pandillas, y que enfrente las causas de raíz del fenómeno, tales como la “pobreza, la exclusión económica y la discriminación“.

En su pronunciamiento, dicho comité expone que a pesar de las campañas de prevención contra este fenómeno, como la denominada “Policía Tu Amigo” o la participación de Guatemala en el programa GREAT, el comité de expertos de la ONU señala que existe preocupación por el adverso impacto de la violencia de bandas en los derechos del niño“.

Postura

Belter Zúniga, oficial de la Unidad de Prevención del Delito, adscrita a la PNC, dijo desconocer de la petición que hizo Naciones Unidas. Sin embargo, asegura que este año se designaron 100 agentes más de la PNC para resguardar los alrededores de centros educativos públicos.

Estos agentes, además de resguardar el perímetro de los establecimientos, tienen como función incentivar por medio de charlas a los estudiantes para no inmiscuirse en las pandillas.

Sobre por qué no se puede detener el reclutamiento de las pandillas. Zúñiga afirma que es un tema difícil que tiene que ver con la ubicación de los establecimientos, principalmente si están en zonas rojas o conflictivas, pero además, con la crianza que los menores tienen en la casa.

El director de la PNC, David Custodio Boteo, refiere que parte de las estrategias para prevenir el acoso de las pandillas es desarticular las estructuras que operan tanto afuera como a lo interno de las cárceles, lo cual da resultados positivos, aunque instó a crear políticas públicas de seguridad y desarrollo sostenible en las que participen diferentes intituciones.

Mirna Montenegro, directora del Observatorio en Salud Sexual y Reproductiva, dice que la petición solo reafirma la necesidad de revisar y adecuar programas gubernamentales para la protección integral de la niñez y adolescencia, así como las campañas y programas de prevención de la violencia.