Las autoridades de Nicaragua ordenaron el 9 de febrero deportar a EE. UU. a opositores que guardaban prisión, incluido el obispo Rolando Álvarez, muy crítico con el Gobierno del presidente Daniel Ortega.
El jueves 9 de febrero, el obispo nicaragüense Rolando José Álvarez Lagos, muy crítico con el Gobierno del presidente Daniel Ortega, fue trasladado de su residencia, donde guardaba prisión domiciliar desde agosto de 2022, al Sistema Penitenciario Nacional, conocido como la cárcel modelo de Nicaragua.
Así lo informó el presidente Ortega durante una cadena nacional de radio y televisión, en la que afirmó que el obispo Álvarez estaba incluido en la lista de prisioneros nicaragüenses que fueron excarcelados y expulsados el jueves 9 hacia Estados Unidos, pero que él se negó.
Según Ortega, el jerarca fue trasladado por agentes policiales de su casa de habitación, en Managua, hacia la Fuerza Aérea, en donde aterrizó un avión privado de EE. UU., para llevarse a 224 “de los que llaman presos políticos”.
El mandatario sandinista dijo que el obispo estaba haciendo fila, pero antes de subir las gradas del avión, comenzó a decir que no se subiría, porque “primero tendría que hablar con los obispos”.