La decisión de tres países europeos de reconocer un Estado palestino encaja en un objetivo a largo plazo de los dirigentes palestinos de conseguir la aceptación diplomática.

En términos generales, reconocer un Estado significa declarar que cumple las condiciones para serlo según el derecho internacional. Normalmente, abre una vía para establecer relaciones diplomáticas y una embajada en el país. Pero los países europeos parecían interesados sobre todo en expresar su apoyo a los palestinos y enviar un mensaje a Israel en un momento de creciente preocupación internacional por su conducta en la guerra.

El ministro de Asuntos Exteriores de Noruega, Espen Barth Eide, declaró en una conferencia de prensa que la oficina de representación del país ante la Autoridad Palestina, abierta en Cisjordania en 1999, se convertiría en embajada. No dio ninguna fecha para este cambio, pero dijo que permitiría a Noruega celebrar acuerdos bilaterales.

El reconocimiento también tendría algunos “efectos jurídicos internos en Noruega en ámbitos en los que surjan cuestiones relacionadas con el Estado de Palestina”, afirmó.

Las declaraciones de los líderes de Irlanda y España se centraron en la necesidad de paz en Gaza y en la importancia de una solución de dos Estados, pero no mencionaron embajadas ni otros cambios inmediatos.

“El reconocimiento de Palestina no es el final de un proceso, es el principio”, dijo Simon Harris, primer ministro de Irlanda. Dijo que Irlanda estaba reconociendo el derecho de un Estado palestino a existir en paz y seguridad dentro de las fronteras acordadas internacionalmente, y dijo que hacerlo enviaba un mensaje “de que hay una alternativa viable al nihilismo de Hamás”.

Harris dijo que viajaría a Bruselas el domingo para reunirse con más de 40 socios de Oriente Medio, Europa y otros lugares “para discutir cómo este reconocimiento puede tener un impacto concreto y práctico para poner fin a este horrible conflicto e implementar una solución de dos Estados”.

Hasta la fecha, unos 140 países, principalmente fuera de Europa Occidental, han reconocido un Estado palestino, según el sitio web de la Autoridad Palestina. Entre ellos no figuran Estados Unidos, el aliado más importante de Israel, ni Gran Bretaña, Francia o Alemania.

Los anuncios del miércoles van de acuerdo con una campaña palestina más amplia en favor del reconocimiento diplomático, aunque hasta ahora los avances han tenido escasa repercusión inmediata en la vida de los habitantes de Cisjordania y Gaza.

Este mes, la Asamblea General de la ONU adoptó por abrumadora mayoría una resolución que declara que los palestinos reúnen las condiciones para ser miembros de pleno derecho de las Naciones Unidas. La Asamblea solo puede conceder la condición de miembro de pleno derecho con la aprobación del Consejo de Seguridad, y Estados Unidos ejercería casi inevitablemente su poder de veto para anular tal medida, como hizo el mes pasado.

Aunque la mayoría de la Asamblea General apoya la creación de un Estado palestino, la resolución era la primera vez que el organismo votaba sobre la cuestión de la plena adhesión, lo que refleja la solidaridad con los palestinos que parece haberse profundizado en algunas naciones como consecuencia de la guerra en Gaza.

Palestina se convirtió en miembro de la UNESCO, la organización cultural de las Naciones Unidas, en 2011, pero fracasó en su intento de convertirse en miembro de pleno derecho de la ONU. Al año siguiente, Palestina obtuvo el estatus menor de observador en las Naciones Unidas, un nivel que comparte con la Santa Sede.

Los observadores pueden participar en las sesiones de la Asamblea General de la ONU, pero no pueden votar. También pueden formar parte de la Corte Internacional de Justicia, que actualmente está juzgando un caso sobre la legalidad de la ocupación israelí de los territorios palestinos.

El fiscal de la Corte Penal Internacional, Karim Khan, solicitó el lunes órdenes de detención contra el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y dirigentes de Hamás por crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad. Israel no reconoce el tribunal, pero Palestina es miembro de él desde 2015.

Palestina también es parte de varios tratados, y se convirtió en miembro de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas en 2018.