La Asociación de Navieros de Guatemala (Asonav) brindó a Prensa Libre su postura respecto al aumento de US$200 por contenedor en buques de las navieras que llegan al Puerto Santo Tomás de Castilla.
La Asociación Guatemalteca de Exportadores (Agexport) informó que, a partir del 15 de junio de 2025, varias navieras que operan en dicho puerto, en el Atlántico, impusieron un recargo adicional de US$200 por contenedor.
Los efectos de este nuevo cobro representarán un impacto económico de más de US$6.5 millones, o Q50 millones al cambio actual, para el segundo semestre de este año, explicaron directivos.
En el país operan más de 20 líneas navieras de contenedores, algunas en los puertos del Atlántico.
Asonav expuso que, durante los últimos años, el Puerto Santo Tomás de Castilla ha enfrentado de manera recurrente problemas de congestión operativa atribuibles a múltiples factores, y que esta situación ha provocado un aumento significativo en los tiempos de servicio y operación de los buques, impactando directamente en los costos operativos de las navieras, aunque no detalló los plazos.
Retrasos en puerto
Entre los efectos más relevantes, según indica la organización, se incluyen la extensión del tiempo de estadía en el puerto, baja productividad en las maniobras de carga y descarga, y congestión para el ingreso y egreso de camiones con contenedores en la terminal.
Estos factores generan la necesidad de reprogramar itinerarios de los buques, aumentar su velocidad —lo que incrementa el consumo de combustible—, y destinar recursos logísticos adicionales debido a las complicaciones en la red vial de Guatemala, entre otros aspectos, argumenta Asonav.
Cada línea naviera transnacional tiene su propia matriz de costos y, derivado de ello, algunas han recurrido a la implementación de recargos operativos, una medida que busca mitigar los impactos financieros señalados, explicó la entidad. Aclaró que la Asociación no tiene injerencia directa ni indirecta en las políticas tarifarias de cada naviera.
Una de las quejas de exportadores agrícolas, asociados a la Agexport, es que las tarifas de los fletes marítimos no han vuelto a los niveles previos a la pandemia. Al respecto, Asonav comentó que durante la crisis del covid-19, las tarifas se incrementaron significativamente debido al desbalance entre oferta y demanda, la congestión portuaria global, la escasez de contenedores y la incertidumbre operativa.
Añadió que, sin embargo, los valores bajaron y en los últimos dos años se han mantenido en niveles competitivos y comparables en la región. Aseguró que, en la actualidad, las tarifas reflejan un enfoque más estructurado de las compañías navieras, que priorizan la resiliencia operativa, la estabilidad en la oferta de servicios y la previsibilidad en los flujos logísticos, por encima de una competencia exclusivamente centrada en la reducción de costos.
Esta transformación ha posicionado al sector como un actor clave en la evolución logística global, adoptando un rol proactivo en la implementación de prácticas sostenibles, afirmó la entidad.
Efectos externos
Actualmente, persisten limitantes importantes en la disponibilidad de buques de tamaño y clase específicos, en especial del tipo que opera en rutas entre Centroamérica, el Caribe y Estados Unidos, respondió Asonav.
Asimismo, indicó que existen dificultades logísticas con los contenedores, derivadas de desvíos operativos provocados por tensiones geopolíticas, desequilibrios en las cadenas logísticas y congestión persistente en corredores marítimos estratégicos.
Apreciamos mucho los esfuerzos de todos los involucrados en la cadena logística de todo tipo de carga que exporta e importa Guatemala: los transportistas terrestres, las autoridades portuarias, las líneas navieras internacionales, las autoridades correspondientes, entre otros. Estamos seguros de que una buena comunicación entre las partes y la búsqueda conjunta de soluciones a los problemas logísticos generará buenos resultados en beneficio de todos los exportadores e importadores del país, concluyó Asonav.