El mandatario mexicano Andrés Manuel López Obrador, planteó una “pausa” en las relaciones con España, que manifestó su “sorpresa” frente a esta sugerencia alentada por fricciones entre el gobernante y empresas españolas.
“La pausa es: vamos a darnos tiempo para respetarnos y que no nos vean como tierra de conquista. Sí queremos tener buenas relaciones con todos los gobiernos (…), pero no queremos que nos roben”, dijo el mandatario izquierdista ayer en su conferencia matutina.
López Obrador aclaró, sin embargo, que esto no significa una ruptura diplomática o un retiro de embajadores. “No, no, para nada, es nada más irnos despacio, nos conviene una pausa, un tiempo”.
Desde Lyon (Francia), el ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel Albares, expresó su “sorpresa” por esos comentarios.
“El Gobierno de España no ha hecho ninguna acción que pueda justificar una declaración de este tipo”, aseguró Albares, según declaraciones transmitidas a la prensa por su despacho.
La “pausa” reclamada por el presidente mexicano, informó el ministro español, “no tiene ninguna traducción oficial, ni se nos ha comunicado nada oficialmente de ningún tipo”. “Habría que preguntarle al presidente López Obrador qué es lo que ha querido decir”, instó Albares.
El jefe de Estado mexicano ya había adelantado que no se comunicaría de manera formal la necesidad de esta “pausa”.
Tensa relación
Tras asegurar que “ahora no es buena la relación” con España, López Obrador arremetió una vez más contra firmas españolas como Repsol e Iberdrola, con inversiones en México en los sectores petrolero y eléctrico, respectivamente.
Las acusa de haber pagado en el pasado sobornos a cambio de contratos, con la complicidad de los Gobiernos de España y México. Tras la llegada del líder izquierdista a la presidencia, en diciembre de 2018, las relaciones de México con España se han tensado; además ante reclamos por la violencia ejercida durante el periodo de la conquista.