A pesar de los constantes operativos de las autoridades para decomisar los teléfonos robados, el problema continúa y se ha detectado principalmente en mercados como La Terminal y El Guarda, en las zonas 9 y 11 respectivamente, debido a la complicidad entre vendedores y delincuentes, según autoridades policiales.

Una mayoría de los teléfonos que se venden en el mercado El Guarda provienen del Obelisco y áreas cercanas, donde los delincuentes asaltan a los peatones que buscan transporte, principalmente en horas de la noche, según las denuncias que los afectados han hecho ante la Policía Nacional Civil (PNC) y Procuraduría de Derechos Humanos (PDH).

El operativo más reciente en El Guarda para decomisar celulares de extraña procedencia fue el 26 de noviembre del 2024. No obstante, días después de esas diligencias, los aparatos robados en distintas zonas de la capital volvieron a ofrecerse por parte de vendedores, indican investigadores policiales.

«Hay demasiada complicidad, tendríamos que hacer operativos todos los días», dice el investigador.

Operativos

El director de la institución policial, David Custodio Boteo, reconoce que el robo de teléfonos continúa y el principal lugar a donde son llevados para venderlos es el mercado El Guarda, y como respuesta se montan operativos en diferentes sectores donde más reportan asaltos a peatones y buses.

Aunque no tenía las cifras al momento de las declaraciones, Custodio Boteo dice que se han registrado varias capturas de sujetos que roban celulares en distintas paradas de autobuses, pues se trata de «grupos de asaltantes» que se ocultan en las colonias Bethania, Zakerti, Amparo, Verbena y Amparo, todas de la zona 7 capitalina.

«El principal lugar donde estos grupos venden los teléfonos robados es el mercado El Guarda», afirma el jefe policial.

Agentes investigadores de la PNC que han participado en los operativos en conjunto con el Ministerio Público, afirman que días después de esas acciones en dicho mercado, donde se decomisan teléfonos, las ventas vuelven a instalarse porque existe complicidad en entre los delincuentes y los vendedores, pues ambos obtienen ganancias.

«Esos teléfonos llegan allí por los robos que se cometen a veces a pocos metros, en las paradas de buses o en las pasarelas. Los vendedores saben perfectamente de donde vienen esos teléfonos que compran a bajos precios», indicó un agente.