La reconstrucción de una pasarela puede llegar a costar Q500 mil o más. Pilotos señalan que largas jornadas de trabajo pueden ser un motivo de accidentes.

El accidente ocurrido en el Anillo Periferico el domingo pasado cuando un cabezal impactó y destruyó la estructura de una pasarela, revela que se incumplen normas de tránsito, mientras que los conductores afirman que presiones para entregar mercaderías a tiempo terminan en percances viales.

Según lo que narró a las autoridades de tránsito Miguel Ángel García, de 31 años, piloto del cabezal que colisionó con la pasarela, viajaba a una velocidad moderada, y al parecer fueron desperfectos mecánicos en el vehículo que provocaron que impactara en el arreate central, donde intentó frentar pero el peso del furgón hizo que derrapará hacia la pasarela.

Según la Policía Municipal de Tránsito, el conductor no se encontraba bajo de efectos de licor y tampoco dijo haber perdido el sistema de frenos. No obstante, el Intendente de Tránsito Amílcar Montejo dijo que incumplíó las normas de circulación para el transporte de carga, ya que circulaba en el carril izquierdo, cuando lo reglamentado es que se desplacen por el carril medio o derecho.

Montejo reiteró que en el Anillo Periférico las velocidades permitidas para el transporte de carga son entre 60 y 70 km/hora. Sin embargo, no respetan los límites.

“La calzada Atanasio Tzul es una ruta lineal y sin semáforos se recomienda los 80 km/hora como máximo para los vehículos livianos”, advirtió.

Casos similares

El pasado 17 de febrero un cabezal destruyó la infraestructura del puente Adolfo Mijangos López en zona 3 de la Ciudad de Guatemala. Sin embargo, a pesar de que la empresa de transporte dijo que se haría cargo de los gastos, la comuna decidió que el proyecto lo otorgaría a la desarrolladora Corredor Verde. El costo de la obra será de Q16 millones.

En 2021, un cabezal también provocó daños a la pasarela ubicada en el Anillo Periferico, frente a la colonia San Martín, zona 7, cuando no se percató que lo que halaba superaba el alto permitido y quedó empotrado en la estructura, en el carril hacia Sur, lo que también provocó caos vehícular.

En el caso reciente, Montejo recalcó que la empresa del transporte a la que pertenecía el cabezal se hará cargo de la “reposición de la pasarela”.

“Cuando se daña cualquier patrimonio que esté a cargo de la comuna, se emite una multa de mil quetzales para anclar el procedimiento y el juez decidirá si deja esa multa, la eleva, o pide una reposición de lo dañado, puede ser el caso de una señal de tránsito”, acotó.

Agregó que el costo promedio de una pasarela normal con gradas y plataforma de paso es de Q500 mil. Sin embargo, en el caso de la pasarela del periférico los costos se elevarán debido a que constaba de piso de cemento, garitas de control techadas, y su estructura estába hecha para instalar un elevador a los costados para subir materiales.

Cuando el infractor paga lo establecido por el juez municipal, los fondos se redirigen a las unidades que están a cargo del bien dañado, puede ser Limpia y Verde, Empagua, entre otros.

Los bienes dañados pueden tener diferente costo, un semáforo que consta de un tubo y una caja de tres luces tiene un precio promedio de Q15 mil. No obstante, el costo puede llegar a los Q35 mil o Q40 mil si el semáforo es más reciente y si se daña la computadora, que en algunos sectores se instaló a un costado del semáforo.

Los pagos por bienes dañados se pagan a la municipalidad y a empresas privadas, en el caso de los postes de luz que son derribados, se deben pagar a la aseguradora de la Empresa Electrica de Guatemala (EEGSA).

El juez municipal también decidirá si el infractor tiene la opción de reponer lo que dañó por sus medios, esto puede ocurrir con una señal de tránsito, aunque debe reunir todas las caracteristicas establecidas grosor, color, tono y forma.

Por qué se accidentan

Durante la temporada de lluvia los percances viales se incrementan. Sin embargo, los conductores han afirmado que hay varias causas, como las presiones que tienen para entregar la mercadería, por lo que la mayoría prefiere manerajar durante la noche y madrugada para no encontrar tráfico, lo que genera cansancio y algunos optan por consumir estupefacientes.

Jorge Marroquín, un piloto de 60 años de edad y con 30 de conducir camiones, dice que no hay suficiente apoyo laboral, y uno de los problemas más graves que ha visto en tres décadas, es la adicción a las drogas en la que algunos de sus compañeros han caído, debido a que se ven en la necesidad de consumirlas para conducir durante la noche y madrugada.

Marroquín reconoce que la causas principales de accidentes son el consumo de drogas y alcohol. También afirma que muchos pilotos son jóvenes y no cuentan con suficiente experiencia y no saben como reaccionar si el camión o tráiler presenta desperfectos mecánicos.

“El pobre piloto tal vez tiene sueño y el patrón le dice que no puede dormir porque tiene que entregar en Puerto Barrios antes del amanecer, porque debe volver a cargar y dirigirse hacia la frontera con México, los pilotos no somos robots, no somos como las baterías de carga rápida”, reclamó el conductor.

Marroquín recomienda que se implemente un sistema similar al de Estados Unidos, en el que se lleva un control para que el piloto de transporte de carga no exceda las ocho horas de conducir durante una jornada, de lo contrario se le recoge el vehículo y se le suspende la licencia por seis meses. Tambien recomienda implementar escuelas de manejo para aprender a conducir cabezal, pero tienen que ser un lugar «donde no haya corrupción”.