El nuevo Parlamento fue instalado en medio de una crisis política por la elección de dos juntas directivas en propiedad, sin que se vea una salida por el momento.
El Parlamento de Honduras comenzó este martes la legislatura 2022-2026, dos días antes de que asuma el poder la presidenta electa, Xiomara Castro, sin que por ahora se vea una salida a la crisis política derivada por la elección de dos juntas directivas en propiedad en el Legislativo.
Las ceremonias, una en la sede del Legislativo, encabezada por Luis Redondo, y otra por la aplicación de videoconferencias Zoom, liderada por Jorge Cálix, se iniciaron hacia las 09:00 hora local (15.00 GMT).
Redondo dijo que el Parlamento hondureño promoverá algunas leyes para garantizar la «restauración de la democracia, el Estado de derecho y el respeto de los derechos humanos».
Agradeció a los diputados de Libre que apoyan a la presidenta electa «por honrar y ser leales al compromiso de su partido» para que él lidere hoy la junta directiva del Congreso Nacional.
Redondo anunció la instalación de una «mesa anticorrupción» para revisar varias leyes y adelantó que se trabaja en una normativa especial para tipificar la reelección presidencial como «un delito de traición a la patria», por lo que los diputados presentes en la sesión se pusieron de pie y gritaban «sí se pudo».
El nuevo Parlamento fue instalado en medio de una crisis política por la elección de dos juntas directivas en propiedad, sin que se vea una salida por el momento.
Redondo es avalado por la presidenta electa, líder del Partido Libertad y Refundación (Libre, izquierda), como parte de una alianza suscrita con el Partido Salvador de Honduras (PSH), cuyo presidente es Salvador Nasralla, uno de los designados electos (vicepresidente).
Al menos 17 de los 50 diputados que Libre obtuvo en las elecciones generales del 28 de noviembre han sido expulsados del partido por rechazar a Redondo como presidente del Congreso Nacional y apoyar la junta directiva de Cálix, que también cuenta con 44 votos del Partido Nacional, ahora primera fuerza de oposición.
El presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, quien este jueves concluirá su segundo mandato de cuatro años, no asistió ante el Parlamento para presentar el informe de su gestión por razones no precisadas por el Ejecutivo.
Gobernabilidad demorcrática
Cálix afirmó que el pueblo hondureño «está harto de confrontaciones estériles» y sueña con «un país justo y con oportunidades para todos».
«La patria que soñó mi generación no la hemos visto hecha realidad, no fue la democracia la que nos falló, lo que le ha fallado a este noble pueblo ha sido la clase política por no tomar en serio su papel de intermediario entre los ciudadanos y sus deseos, entre los problemas del pueblo y su solución, por puro ego y ambiciones personales», señaló.
Cálix dijo que el país ha pasado por «la vergüenza sin nombre de ocupar las primeras planas de los diarios internacionales donde se señalan a quienes les dimos el honor de representarnos por actos bochornosos».
«No es la democracia la que nos falló, nos fallaron los políticos que hicieron lo que quisieron con los sueños de la gente, hicieron de la miseria de este país un negocio inagotable para darse la gran vida, una vida de opulencia a la que muchos de ellos no hubiesen podido haber llegado por el camino de la honradez», insistió.
Cálix señaló que su objetivo inmediato es «la gobernabilidad democrática a través del diálogo político, inclusivo, sin condiciones, franco, pensando en el bienestar del pueblo hondureño».
“Urgen reformas constitucionales como la revocatoria de mandato, hay algunos que piensan que cuatro años son pocos, pero cuando no hay una visión de país y un compromiso con el pueblo, cuatro años es demasiado, el pueblo tiene que tener la oportunidad de revocarle el mandato a quien no cumpla y no proteja los intereses de la ciudadanía”, enfatizó.
Afirmó además que es necesario realizar una “reforma profunda” en el sistema de Justicia de Honduras, y anunció la aprobación de la ley de extradición.
Un riguroso dispositivo policial con varios cordones de seguridad impidió el acceso de vehículos hasta la sede del Parlamento, donde seguidores de Castro se mantienen en las afueras.
Las ceremonias transcurrieron entre saludos a las mujeres por celebrarse hoy el Día de la Mujer hondureña.