Una caravana de migrantes, la segunda en menos de un mes, salió este jueves de la fronteriza ciudad de Tapachula, en el sur de México, rumbo al centro del país, donde sus integrantes solicitarán documentos para transitar por territorio mexicano.
El grupo está integrado por unos 2 mil migrantes originarios de Centroamérica, Haití y Venezuela, y busca alcanzar al contingente que salió de esa misma ciudad el pasado 23 de octubre y que ahora se encuentra en el sur del estado de Veracruz (este).
«La única forma de que se detenga la caravana es que el Instituto Nacional de Migración (INM) entregue las tarjetas firmadas para transitar por todo el territorio», dijo el activista Luis García Villagrán, uno de los organizadores del grupo.
La caravana, en la que también se movilizan menores de edad, avanzó sobre una carretera costera en el sureño estado de Chiapas y cruzó un puesto de control migratorio sin que se registraran incidentes.
«Los migrantes van muy animados, consideramos que las autoridades no nos van a detener», dijo García Villagrán.
Varios de los miembros de la primera caravana, que ahora está integrada por unas 800 personas, han aceptado documentos que les permiten una residencia temporal en México, aunque otros planean seguir su camino hacia Estados Unidos.
El flujo de migrantes indocumentados se multiplicó en coincidencia con la llegada de Joe Biden a la Casa Blanca y ante la promesa de darles un trato más humano que su antecesor.
Más de 190 mil migrantes han sido detectados por autoridades mexicanas entre enero y septiembre, tres veces más que en 2020. Unos 74 mil 300 han sido deportados.
Estados Unidos, a su vez, registró que 1.7 millones de personas ingresaron ilegalmente desde México entre octubre de 2020 y septiembre pasado, un récord histórico.