El exconcejal de la municipalidad de Zacapa se declaró culpable de narcotráfico en Estados Unidos y un juez le otorgó libertad condicional en mayo último.

El zacapaneco Sergio Fernando Cifuentes Sagastume, de 43 años, esposo de la alcaldesa de Zacapa, Xiomara Ovalle, logró que un juez estadounidense le otorgara libertad condicional el pasado 17 mayo pasado, según el Buró Federal de Prisiones.

De acuerdo con documentos oficiales, en un principio a Cifuentes Sagastume lo habían condenado a 90 meses de prisión (7.5 años) después de haberse declarado culpable y aceptar los cargos por narcotráfico.

Sin embargo, la defensa presentó una apelación en la que hizo ver que Cifuentes Sagastume “era capaz de dejar el mundo de las drogas y llevar una vida respetuosa de la ley en las industrias a las que se dedicaba”.

La defensa planteó que Cifuentes Sagastume es trabajador y dirige negocios con ganado lechero, reparación y venta de automóviles y construcción.

El juez le rebajó la condena a 72 meses, (6 años), casi lo que ya había transcurrido entre su captura en el 2017 y mayo de 2024.

El abogado defensor, Nathaniel Crowley, en los documentos oficiales, aseveró cómo su cliente «sufrió tanto en la cárcel en Guatemala, que lloraba cuando se recordaba de sus hijos y esposa a los que tanto extrañaba”.

Cifuentes Sagastume estuvo recluido en la cárcel de Matamoros y luego la prisión de máxima seguridad “Álvaro Arzú Irigoyen”, en la aldea Los Jocotes, Zacapa, en 2022. El 30 de marzo de 2023 fue extraditado a los Estados Unidos.

Los US$500 mil de fianza

Pudo salir en libertad condicional tras haber, supuestamente, pagado una fianza de US$500 mil. Una tía suya, hermana de su mamá, de nombre María Cristina Gómez, ofreció hipotecar su casa en California para conseguir ese dinero.

Una transcripción de la audiencia en donde se planteó la posibilidad de pagar la fianza, Gómez confirmó que era su sobrino, hijo de su hermana.

En un principio, vía telefónica, dijo desconocer por qué su sobrino comparecía ante ese tribunal y le explicaron que lo acusaban de “conspiración para poseer con intención de distribuir cocaína a bordo de una embarcación; conspiración internacional para distribuir sustancias controladas, cocaína; y decomiso penal». Se le acusó de distribuir más de 900 kilogramos de cocaína”.

Posterior a eso, Gómez le indicó al juez que debía pensar más la situación porque esa casa era todo su patrimonio y los ahorros de toda su vida.

El juez le expresó: “tendrá todo el tiempo que desee para tomar cualquier decisión. Puede tomar un día, una semana, seis meses. No hay prisa. Depende totalmente de usted si decide hacerlo o no”.

Le agregó: “Sólo quería estar seguro de que es consciente del hecho de que si, de hecho, hipoteca su casa y él no se presenta ante el tribunal o viola la libertad condicional, el Gobierno tomará su casa”.

El juez llamó a no presionar a la tía de Cifuentes Sagastume para obtener el dinero para la fianza.

Al final, salió libre, pero no se estableció oficialmente si la tía pagó por la caución impuesta para gozar de la libertad condicional.  

La relación de esa tía con el convicto data de que vivió de adolescente con ella en Massachusetts y asistió a una escuela secundaria en ese estado por año y medio, más o menos.

Cifuentes Sagastume no puede viajar por el estado de California y tampoco puede ir a México. Sus movimientos están limitados por el juez de la Corte Distrital para el Distrito Sur de California que conoció su caso.

Cuidar niños de familiares

Pero la idea de la hipoteca de la casa y dar los US$500 mil de fianza también llevaban implícito vivir nuevamente con ellos y cuidar a sus sobrinos entre los 2 y 7 años.

Según el defensor de Cifuentes “hay un gran grupo de familiares que viven en Hayward, California, y están dispuestos a que él viva con ellos”.

Añadió que están dispuestos a alimentarlo y albergarlo. “La situación en Hayward es que hay varios jóvenes y niños entre dos y siete años que son hijos de las sobrinas de mi cliente”, explicó el abogado.

“La contribución de mi cliente sería ayudar con el cuidado de estos niños pequeños. Y creo que hay otro niño que pronto nacerá. Así que definitivamente tendrán las manos ocupadas. Y él puede ayudar de esa manera, sin que nos encontremos con el problema de su incapacidad para trabajar legalmente”, argumentó el defensor.

Muerte de papá y lejos de sus hijos

Argumentaron que por estar en prisión “sufría un gran dolor a consecuencia del secuestro y asesinato de su padre”.

Cifuentes Sagastume vivía en los Estados Unidos cuando ocurrió el crimen contra su progenitor, que se debió “a una falsa creencia de que había robado dinero y el asesino nunca fue detenido”.

El exconcejal es un hombre casado de 43 años, y con cuatro hijos, uno de ellos con autismo. Según la defensa, y por lo cual le rebajaron el tiempo en prisión, también “extraña a su esposa e hijos”.

Ha estado alejado de su familia, incluidos sus cuatro hijos que ahora tienen 18, 11, 8 y 8 años, cuya infancia ha extrañado en gran medida.

“Su familia, como su hermana María Eugenia, su esposa y su tía, continúan apoyándolo y se han puesto en contacto repetidamente con el abogado defensor para preguntar y ayudar”, refieren los documentos oficiales.

Antes de su encarcelamiento, Cifuentes Sagastume era concejal primero de Zacapa y tenía objetivos nobles en este puesto y deseaba ayudar a su pueblo a prosperar.

Según la defensa, “parece que realmente mantuvo sus dos mundos separados”.

La defensa sostiene que tener una posición de poder y autoridad en el gobierno local, pero no abusar de ella mientras se dedicaba a delitos de narcotráfico, a pesar de la oportunidad, demuestra la calidad de carácter de Cifuentes Sagastume.

Amenazas

El tiempo que Cifuentes Sagastume ha pasado encarcelado ha sido atípicamente desafiante. Ha sufrido un miedo extremo de ser blanco de asesinato por personajes vinculados a esta conspiración, tanto antes de la extradición como una vez en los Estados Unidos.

Pasó voluntariamente varios meses en régimen de aislamiento a consecuencia de estos temores, que el abogado defensor observó personalmente. Cifuentes Sagastume solicitó en vano volver al régimen de aislamiento.

En ocasiones, denunció que pasaba largos períodos de tiempo sin comer ni ducharse para evitar cualquier riesgo de ataque.

La acusación

El 2 de enero de 2017, una de las lanchas rápidas que Cifuentes Sagastume usaba para trasegar cocaína fue consignada con 866,2 kilos de cocaína en mar abierto, a unos cientos de millas al oeste de Guatemala.

“Tres mensajes de texto en la cuenta del teléfono Blackberry de Cifuentes Sagastume lo vincularon con este cuarto envío”, se lee en la acusación.

La función de Cifuentes Sagastume, según las pesquisas, “era comprar la cocaína a un vendedor colombiano, extraerla de contenedores de transporte o embarcaciones más pequeñas, y venderla a compradores, particularmente, de México, quienes continuarían transportando la cocaína a su siguiente destino”.

La participación de Cifuentes Sagastume en estas actividades se inició tras el asesinato de su padre. Después de la muerte de su padre, buscó protección de las organizaciones criminales.

Hubo otro cargamento que le fue incautado de 69 kilogramos de cocaína, desde el Puerto de Quetzal en Guatemala.

Los antecedentes

Sergio Fernando Cifuentes Sagastume, de 41 años, nacido en Zacapa el 8 de marzo de 1982, fue extraditado a los Estados Unidos en marzo del 2023.

Cifuentes Sagastume estuvo preso en Guatemala desde el 3 de noviembre de 2017. Alias el Gordo fue detenido por agentes de la Subdirección General de Análisis de Información Antinarcótica (SGAIA) y el Ministerio Público (MP) aquel día en el kilómetro 139.3, ruta al Atlántico – Jacobo Árbenz Guzmán -, en jurisdicción de Río Dulce, Izabal.

El 17 de noviembre de 2017 fue presentado ante un juez guatemalteco y se negó a ser extraditado hacia los Estados Unidos, donde lo requería la Corte Distrital para el Distrito Sur de California por los cargos de “conspiración para poseer con intención de distribuir cinco kilogramos o más de cocaína, a bordo de un barco sujeto a la jurisdicción de los Estados Unidos”.

Cifuentes estuvo prófugo desde el 21 de agosto de 2017, fecha en que se ausentó de su labor como concejal primero en la municipalidad de Zacapa.

El ahora extraditado vivía en residenciales Pocara, Zacapa, junto con su esposa, ahora alcaldesa de Zacapa, Xiomara Ovalle y sus cuatro hijos. En registros oficiales aparece como propietario de la constructora Guayacán.

El 1 de febrero de 2023 se llevó a cabo audiencia de discusión de acto conclusivo en otro caso que se llevaba en su contra por abuso de autoridad, usurpación de funciones y nombramiento ilegal.

Al concluir este se liberó de todo proceso penal pendiente en territorio nacional y fue que se consumó su extradición hacia Estados Unidos.

El 30 de marzo de 2023 Cifuentes Sagastume fue trasladado a Estados Unidos para presentarse ante la Corte Distrital para el Distrito Sur de California.

Cifuentes Sagastume estuvo recluido desde 2017 en el centro de detención Matamoros, pero por supuestas amenazas de muerte pidió su traslado a la cárcel de máxima seguridad “Álvaro Arzú Irigoyen” en la aldea Los Jocotes, Zacapa.

El juez “A” de primera instancia penal de Zacapa, José Maximino Morales González, les ordenó a las autoridades del SP trasladarlo porque había denunciado que temía por su vida y así ocurrió.

Trasladar a Cifuentes Sagastume debía hacerse efectivo el 24 de noviembre de 2022, sin embargo, alegatos de las autoridades del SP atrasaron la ejecución de la orden hasta el 10 de diciembre de 2022.