260 contagios confirmados y nueve menores fallecidos hasta inicios de octubre, según informaron autoridades del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS).
La información oficial indica que la mayoría de los niños fallecidos por esta enfermedad tenía menos de dos meses de nacido y no había recibido el esquema completo de vacunación.
Los decesos se registraron en los departamentos de Guatemala, Alta Verapaz, Quiché, Huehuetenango, Totonicapán y Jutiapa.
En comparación con el año pasado, cuando solo se reportaron nueve casos confirmados, el aumento actual ha encendido las alertas entre especialistas.
El pediatra Alejandro de León calificó la situación como una epidemia y mencionó que, solo la semana pasada, atendió a siete niños contagiados de un mismo colegio.
La tosferina es una enfermedad respiratoria bacteriana que afecta principalmente a recién nacidos, menores de cinco años y adultos mayores. Entre sus síntomas más graves en niños se incluyen:
- Tos intensa y persistente
- Labios morados por falta de oxígeno
- Dificultad para respirar
- Hundimiento del pecho al inhalar
- Fiebre (en algunos casos)
Los especialistas recomiendan acudir de inmediato al médico si se presentan estos síntomas, ya que el tratamiento es más efectivo durante las primeras tres semanas.
Ante el brote, el Ministerio de Salud emitió una alerta epidemiológica en febrero del 2025 e insiste en la importancia de completar el esquema de vacunación infantil para prevenir contagios y complicaciones graves.
Frente a este escenario, los médicos hacen un llamado urgente a la prevención. La vacuna contra la tosferina se aplica de forma gratuita en los puestos de salud y es la herramienta más efectiva para proteger a los más pequeños, especialmente a los bebés que aún no completan su esquema. La vigilancia y la acción rápida son clave para cortar la cadena de contagio y evitar que más familias se vean afectadas por esta enfermedad que puede tener consecuencias graves, afirman autoridades de Salud.