México pidió este jueves a EE.UU. y Canadá que dejen de «rechazar a los migrantes» porque los necesitan para crecer económicamente, y propuso a esos países diseñar una estrategia económica común para reducir su dependencia de las importaciones de Asia.
Así lo planteó el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, durante la IX Cumbre de Líderes de América del Norte, celebrada en la Casa Blanca.
«¿Por qué no estudiar la demanda de mano de obra y abrir ordenadamente el flujo migratorio?», planteó López Obrador durante su encuentro trilateral con Biden y Trudeau, que cerró una larga jornada de reuniones.
El mandatario mexicano opinó que es necesario «dejar de rechazar a migrantes», porque «para crecer se necesita de fuerza de trabajo que no se tiene con suficiencia ni en Estados Unidos ni en Canadá».
Ese mensaje contrastó con el que expresó Biden durante su intervención poco antes: el mandatario estadounidense opinó que los tres países deben «gestionar los desafíos de una migración sin precedentes» en el continente.
Énfasis en la migración
Biden aseguró que quiere construir un sistema migratorio más humano, pero su Gobierno sigue deportando a la mayoría de indocumentados que llegan a su frontera sur sin darles oportunidad de solicitar asilo, con base en una medida conocida como «Título 42» y que su Gobierno justifica por la pandemia.
La Casa Blanca aumentó sus contactos con países del continente para tratar de contener la llegada masiva de indocumentados a su frontera con México, y en septiembre tuvo que gestionar una crisis por la entrada de miles de inmigrantes haitianos a los que deportó en su mayoría a Haití.
Pese a enviar ese mensaje a Biden sobre los flujos migratorios, López Obrador le agradeció que en su primer día en el poder planteara una reforma migratoria para regularizar a los 11 millones de indocumentados que se calcula viven en Estados Unidos, que en muchos casos son mexicanos.
«Ningún mandatario en la historia de Estados Unidos ha manifestado como usted un compromiso tan claro e inequívoco para mejorar la situación de los migrantes«, le dijo López Obrador a Biden durante la reunión trilateral.
El proyecto de reforma migratoria que propuso Biden está estancado en el Congreso, y tampoco han salido adelante por ahora otras iniciativas de los demócratas para regularizar a los migrantes indocumentados dentro del paquete de gasto social que debate el legislativo.
López Obrador planteó el tema tanto en el encuentro trilateral como en la reunión a solas que mantuvo a solas con Biden y en otra que sostuvo antes con la vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, y dijo que México «sabrá corresponder con gratitud y amistad» si finalmente se regulariza a esos indocumentados.
Menos importaciones
El otro tema que puso sobre la mesa el presidente mexicano fue su voluntad de desarrollar una «estrategia económica regional» para que Norteamérica gane el pulso con China, y que a su juicio pasa por «producir» más en la región, en un contexto de crisis en la cadena de suministros e inflación.
«Esto pasa por planear conjuntamente nuestro desarrollo y por impulsar un programa de inversión productiva en América del Norte para la sustitución de importaciones», recalcó López Obrador.
Ni Biden ni Trudeau respondieron a esa propuesta de López Obrador durante la porción pública de la reunión, pero los tres coincidieron en su voluntad de estrechar los vínculos económicos y comerciales sobre la base del tratado comercial trilateral T-MEC.
La reunión se produjo días después de que Estados Unidos abriera finalmente las fronteras con México y Canadá a los viajes no esenciales, tras más de un año de clausura por la pandemia, pero no todo fueron sonrisas en el plano económico.
La queja de Trudeau
Trudeau llegó a la cumbre preocupado por un plan de Biden para incentivar la compra de vehículos eléctricos fabricados en EE.UU., incluida en un proyecto de gasto social pendiente de aprobación en el Congreso, y el presidente estadounidense reconoció que está evaluando cambios para contentar a Canadá.
La jornada incluyó además el primer encuentro bilateral en persona hasta ahora entre Biden y López Obrador, en el que el mandatario estadounidense aseguró al mexicano que ambos se relacionarán como «países iguales».
El líder mexicano le respondió con un agradecimiento por no tratar a México como «patio trasero», y celebró su «trato respetuoso».
La cumbre trilateral, conocida popularmente como la de los «tres amigos» y que se organizaba normalmente de forma anual, se celebró por primera vez desde 2016, después de cuatro años paralizada durante el mandato de Donald Trump.
La producción de vacunas contra la COVID-19 y la estrategia contra la crisis climática completaron la agenda de la reunión, que se cerró sin la rueda de prensa conjunta tradicional, algo que muchos periodistas criticaron y que la Casa Blanca achacó a lo apretado de la agenda.