Familiares de guatemaltecos deportados los esperan con carteles con sus nombres en la salida de la Fuerza Aérea Guatemalteca. (Foto Prensa Libre: María Reneé Barrientos Gaytan)
Mientras que Marco Rubio, secretario de Seguridad de Estados Unidos, daba una conferencia de prensa junto al presidente Bernardo Arévalo, más de 200 guatemaltecos eran deportados y alegaban injusticias por parte de las autoridades de EE. UU.
Gerson Ademar Torres es uno de los 221 guatemaltecos deportados vía aérea desde Estados Unidos el 5 de febrero, luego de estar seis años en ese país.
Su tía, quien prefirió el anonimato, llegó a la Fuerza Aérea Guatemalteca a las 10 de la mañana y cada vez que abrían la puerta principal levantaba un folder, donde había escrito el nombre de Gerson Torres.
“Es un familiar y lo detuvieron unos días después que Donald Trump asumiera como presidente “, indicó la mujer.
A las 12:15 del día, Torres salió del Centro de Recepción de Retornados. En la mano izquierda llevaba un costal blanco y dentro de este, sus artículos personales que le habían decomisado las autoridades estadounidenses y un día después que Donald Trump asumiera como presidente de Estados Unidos.
“Ya estaba Trump cuando me agarraron en Tennessee”, comentó Torres.
Agregó que desde hace seis años llegó a Estados Unidos para buscar una mejor calidad de vida y apoyar a su familia, pero sus sueños quedaron trucados aquella tarde cuando terminaba su jornada laboral.
Salí del trabajo y estaba conduciendo a mi casa cuando estaba un retén, en Tennessee. La Policía de la ciudad me hizo el alto y me pidió mis documentos. Ellos me dijeron que por no portar licencia me tenían que detener”, afirmó.
Torres señaló que el trato por parte de las autoridades migratorias de EE. UU. no es buena, ya que cometió una infracción de tránsito y no un delito. A criterio Torres, no es justo ser deportado por una multa.
Gerson Ademar Torres antes de abordar el carro de su familia que estaba estacionado en la salida de la Fuerza Aérea Guatemalteca (Foto Prensa Libre: María Reneé Barrientos Gaytan)
De acuerdo con el Proyecto de Apoyo para Solicitantes de Asilo (o ASAP por sus siglas en inglés), lo migrantes indocumentados en Tennessee no pueden optar a una licencia de conducir, solo aquellos que tienen un permiso de trabajo, sean residentes o ciudadano americanos.
Torres, mientras se subía a un carro tipo sedan junto a su tía y otros familiares hacía zona 11 capitalina, dijo que no volvería