El Congreso aprobó el año pasado en dos decretos, Q3.3 millardos para que el Gobierno atendiera la emergencia del COVID-19. El dinero fue destinado para la compra de vacunas contra el coronavirus así como para la adquisición de medicamentos, insumos quirúrgicos, oxígeno y contratación de personal.
En la reunión de la Comisión de Previsión Social y Seguridad Social del Congreso se dio a conocer que el Ministerio de Salud no ejecutó alrededor de Q1 millardo. Según las autoridades de la cartera fueron “varios factores externos” que impidieron realizar las compras previstas.
El dinero autorizado
El 12 de enero del año pasado, 145 legisladores declararon de interés nacional la vacunación para la población y dieron luz verde para el uso de Q1.5 millardos. En la reunión que fue presidida por el diputado Orlando Blanco, el viceministro de Salud, Ariel Hernández, explicó que con ese dinero se adquirieron vacunas Sputnik, AstraZeneca y las que se compraron bajo el mecanismo COVAX, y se invirtieron Q974.7 millones.
El 12 de septiembre pasado, se aprobó una nueva ley con una temporalidad de tres meses y en el que se autorizó una ampliación presupuestaria de Q1.8 millardos. La Ley de Emergencia fue apoyada por 145 congresistas. De estos fondos se ejecutaron Q1,038 millardos.
El funcionario indicó que en el tema de vacunas, ya se contaba con abastecimiento adecuado por lo que no era factible adquirir más. “Esa asignación tuvo un candado legal y no se podía disminuir ni trasladar fondos por lo que no se pudo ejecutar dicha asignación”, dijo Hernández.
“Refleja la incapacidad a pesar que les dimos todas las facilidades”, reiteró Blanco. El congresista solicitó a los funcionarios de Salud un informe sobre lo que se asignó el año pasado para atender la pandemia y cuánto en total se dejó de ejecutar.