Los estudiantes de más de cinco mil escuelas que paralizaron labores en el 2025 por la huelga de maestros afiliados al Sindicato de Trabajadores de la Educación de Guatemala (STEG) enfrentarán mayores retos en el aprendizaje durante el ciclo escolar 2026, pues la interrupción dejó rezagos de conocimiento que los docentes deberán asumir desde el primer día de clases.
El pulso entre las nuevas autoridades del Ministerio de Educación (Mineduc) y Joviel Acevedo, dirigente del STEG, comenzó con la derogación del Seguro Médico Escolar en el 2024; sin embargo, la tensión aumentó este año con el debate sobre la confidencialidad del borrador del nuevo pacto colectivo del magisterio y la discusión de artículos que, a criterio de la cartera, otorgan facultades “ilegales” a los sindicalistas.
Las actas de negociación fechadas en julio del 2024 muestran el acuerdo entre ambas partes de discutir hasta el final los artículos con impacto económico, entre ellos, el incremento salarial. Pero, en la línea de mantener la rectoría del Mineduc, la ministra Anabella Giracca anunció el pasado 30 de abril un aumento salarial del 5% para los docentes, cuando la demanda de los sindicalistas era del 15%.
La medida fue un desafío directo para el grupo de Acevedo, que días antes salió a las calles en protesta por el lento avance en la negociación del pacto colectivo, al tiempo que señalaba que el diálogo se había roto. Fue el 10 de abril cuando los manifestantes recorrieron El Obelisco, zona 10, hacia el Palacio Nacional de la Cultura y amenazaron con retomar las protestas después de la Semana Santa.
No obstante, el Mineduc se adelantó a las advertencias de los sindicalistas y, en conferencia de prensa, informó del aumento salarial para 133 mil docentes del sector público a partir del 1 de junio. También anunció un incremento del 20% en la bonificación anual para personal docente y administrativo.
El ofrecimiento del beneficio económico no llegó solo, pues las autoridades aprovecharon para presentar un recurso de inconstitucionalidad ante la Corte de Constitucionalidad (CC) contra siete artículos del pacto. Ambas acciones causaron un sisma dentro de las filas del STEG, que pasaron a los hechos: bloqueos, manifestaciones y cierre de escuelas. Los más afectados fueron los estudiantes, con 50 días efectivos de clases suspendidas —del 19 de mayo al 5 de agosto—.
Los efectos
La huelga del STEG interrumpió el proceso educativo para más de 340 mil estudiantes del sector público, en más de cinco mil escuelas, principalmente de nivel primario y en departamentos que presentan serias brechas educativas, como Huehuetenango, Alta Verapaz, Izabal, El Progreso y Jutiapa.
Según docentes, los más perjudicados pudieron ser los niños de primer grado, ya que el proceso de aprender a leer y escribir fue interrumpido de manera abrupta, y retomarlo fue como comenzar de cero.
El no desarrollar las destrezas correspondientes al grado cursado y el riesgo de no ser promovidos supuso un impacto significativo para los estudiantes.
Durante el tiempo de la huelga, los maestros recurrieron a la práctica de entregar hojas de trabajo para realizar en casa —aprendizaje a distancia—, como sucedió durante la pandemia de covid-19, que dejó un serio rezago en la educación, cuyas secuelas persisten en el sistema.
El efecto del parón de los maestros afiliados al STEG se verá en el 2026, según analistas. Se sumará a las deficiencias en el aprendizaje provocadas por la prolongada suspensión de clases durante la pandemia: en preprimaria, solo uno de cada dos niños demostró tener las habilidades esperadas en lectura, escritura y matemáticas, según lo establecido por el Currículo Nacional Base (CNB), de acuerdo con la evaluación diagnóstica Aprender+ 2024.
En primaria, solo cuatro de cada 10 alcanzaron el nivel requerido en las tres áreas evaluadas, y la proporción desciende a uno al medir el desempeño en primer grado.
De acuerdo con Ester Ortega, analista en educación y exviceministra de Calidad Educativa, es la repetición lo que consolida el aprendizaje, por lo que el no haber asistido a clases presenciales por 50 días debido a la huelga afectó esa continuidad.
Esto se evidencia tras las vacaciones de fin de año, cuando al retornar a las aulas y ser interrogados sobre lo aprendido el ciclo anterior, los niños lo han olvidado. El conocimiento no se fijó adecuadamente en su mente.
“Entre más pequeños, más les impacta; es decir, los de primero y segundo grado fueron los más afectados porque apenas comenzaban con el proceso de poner atención, de fijar conocimientos, y lo poco que pudieron aprender lo borraron”, indica Ortega.
Pese a que el Mineduc contrató tutores para apoyar a los estudiantes, las dos o tres horas que pasaron con ellos resultaron insuficientes para remediar el daño, según la analista.
El reto será para los maestros en el 2026, pues deberán iniciar el ciclo escolar con un diagnóstico de los aprendizajes que cada alumno no alcanzó en el 2025.
De no hacerlo, “lo único que logrará es que los estudiantes no entiendan de qué se habla en clase y no aprendan el nuevo contenido porque les falta la base”, agregó.
A criterio de Gabriela Castro, coordinadora de la Gran Campaña por la Educación, los cierres prolongados de escuelas afectan negativamente el bienestar socioemocional de los estudiantes, al romper rutinas, hábitos y el vínculo con sus compañeros y la escuela. Esto también impacta el aprendizaje, ya que se debilitan habilidades como la atención, concentración y memoria por la pérdida de continuidad educativa, y ese fue el efecto que causó la huelga del STEG.
Agregó que el regreso a clases después de un cierre prolongado puede generar temor y resistencia, por lo que se requieren medidas de apoyo para restablecer la confianza y el vínculo escolar.
En ese sentido, mencionó que el Mineduc implementó una estrategia de continuidad educativa a partir de agosto para enfrentar cierres y emergencias sanitarias. Esta estrategia incluye una herramienta técnica orientada a responder ante futuras emergencias educativas.
Recuperación
La estrategia del Mineduc para remediar el daño que causó la huelga fue la contratación de mil 400 tutores.
Su labor consistió en reafirmar los aprendizajes no alcanzados durante los dos meses sin clases presenciales. Se distribuyeron en 12 departamentos: Huehuetenango, Izabal, El Progreso, Escuintla, Santa Rosa, Suchitepéquez, San Marcos, Alta Verapaz, Petén, Jalapa, Jutiapa y Guatemala.
Las tutorías se extendieron hasta el 30 de noviembre, más allá del ciclo escolar, que finalizó 10 días antes, para que los estudiantes cumplieran con los 180 días de clases.
Las autoridades indicaron que en diciembre evaluarían cómo funcionó la estrategia, con el objetivo de aplicarla nuevamente ante cierres prolongados, especialmente por emergencias naturales.
Serie de eventos
- 19 de mayo: Maestros afiliados al STEG suspenden clases al declararse en asamblea permanente. Inicialmente, la medida afectó a 340 mil estudiantes, en el 16% de las escuelas del país, según el Mineduc.
- 26 de mayo: Sindicalistas acampan en la Plaza de la Constitución y los alrededores del Palacio Nacional para presionar a las autoridades.
- 10, 11 y 14 de julio: El STEG bloquea 18 puntos en las principales rutas del país. Mientras tanto, 860 miembros del Comité Ejecutivo Nacional y dirigentes seccionales del STEG fueron multados con Q4 mil por convocar a la asamblea permanente.
- 15 de julio: Maestros que pernoctaban en los alrededores del Palacio Nacional de la Cultura fueron desalojados. Una caravana de sindicalistas salió de San Ildefonso Ixtahuacán, Huehuetenango, rumbo a la capital.
- 18 de julio: Joviel Acevedo se reúne con la fracción de la UNE allegada a Sandra Torres y presenta una agenda con 21 demandas.
- 21 de julio: Arriban a la plaza los docentes que viajaban en caravanas para unirse a la huelga. Por la noche, los sindicalistas abandonan el lugar.
- 5 de agosto: Los maestros afiliados al STEG levantan el paro y regresan a las aulas. El Mineduc anuncia más de siete mil actas levantadas contra docentes que no asistieron a clases.
- En paralelo: Mientras los maestros participaban en la huelga, las reuniones para negociar el pacto colectivo continuaban cada martes desde marzo entre los delegados del sindicato mayoritario y el Mineduc. Los avances este año han sido lentos, pues no se logran acuerdos en los artículos con impacto económico.
