El Subsecretario del Departamento de Estado resaltó los esfuerzos bilaterales en la lucha contra la corrupción y contra el narcotráfico.
El cambio de gobierno no traería mayores cambios para las relaciones de EE. UU. y Guatemala, según declaró ayer Eric Jacobstein, subsecretario adjunto para América Central de la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado.
El funcionario, con amplia trayectoria en la Casa Blanca, recordó que el país tiene una estrecha relación bipartidista, lo que garantiza una continuidad en programas de cooperación contra el narcotráfico, la consolidación de la democracia y la regulación del flujo migratorio.
Durante una entrevista con Prensa Libre, Jacobstein también reconoció que hay una buena relación con el gobierno de Bernardo Arévalo, sin embargo, todavía guardan algunas preocupaciones con miembros de la Fiscalía y el Organismo Judicial.
El subsecretario fungió en el puesto desde junio de 2023, anteriormente fue asesor en la Casa Blanca de la Vicepresidencia para el Hemisferio Occidental y también ha sido director del Consejo de Seguridad Nacional para América Central y Cuba, entre otros puestos de la administración pública.
¿Cómo califica las relaciones de Estados Unidos con Guatemala en temas políticos, migratorios y la lucha contra el crimen organizado?
Guatemala y Estados Unidos hemos gozado históricamente de relaciones muy estrechas debido a los vínculos que unen a nuestras poblaciones y al fuerte apoyo bipartidista. Nosotros, como país, Estados Unidos, trabajamos en estrecha colaboración con la administración del presidente —Bernardo— Arévalo para apoyar nuestras prioridades bilaterales y regionales compartidas, que promuevan la prosperidad económica, inclusiva y la buena gobernanza, mejorando la seguridad y contrarrestando la migración irregular y la corrupción.
El gobierno Guatemala llegó a Washington para recibir los resultados del proceso de análisis de brechas y capacidades en seis meses. Básicamente fue la combinación de una extensa revisión interinstitucional de los Estados Unidos a la seguridad fronteriza de Guatemala.
La evaluación produjo nuevos compromisos del gobierno de Guatemala para mejorar su seguridad fronteriza con el apoyo de los Estados Unidos, más recientemente hemos trabajado muy de cerca en cuanto a la aplicación de la ley y las vías legales —de migración—, especialmente a través de de las oficinas de movilidad segura.
¿Cuáles son las tareas pendientes que esta administración va a dejar a la siguiente y que son prioridad?
Hay mucho que podemos seguir haciendo conjuntamente, lo más importante para mí es que la política hacia Guatemala ha sido bipartidista. Yo trabajé por 15 años en el Congreso y sigo trabajando aquí en la administración de Joe Biden por 4 años, y veo que hay un consenso bipartidario en cuanto a la relación que nosotros tenemos en cuanto a la aplicación de la ley.
Lo más importante para mí es que va a seguir este espíritu bipartidista para Guatemala.
Dejando de lado la migración, ¿Qué otros aspectos podrían cambiar en las relación de Estados Unidos y Guatemala?
Yo creo que hay muchos temas importantes, por ejemplo, Guatemala es el mayor de los 12 socios diplomáticos de Taiwán, en tanto Estados Unidos como Taiwán valoran a muchos los lazos con Guatemala y están trabajando para expandir los proyectos de desarrollo económicos del país.
Es importante entender que Guatemala ha demostrado ser un socio democrático fundamental en la región, alzando la voz en contra de los actores democráticos como Nicaragua y Venezuela y apoyando a Haití.
Los temas en los que Guatemala y el presidente Arévalo está liderando son importantes, tanto para demócratas como para republicanos, son temas que unen a los partidos en Estados Unidos. Yo creo que ha transformado bastante el apoyo bipartidista en nuestro sistema para Guatemala.
En el tema migratorio, el país ha solicitado por diferente vías el Estatus de Protección Temporal (TPS) sin éxito, ¿Qué tendría que suceder para que pueda ser concedido?
Es el Secretario de Seguridad Nacional quien determina el TSP debido a condiciones como conflictos armados o cuestiones temporales que impidan temporalmente que los nacionales del país regresen de manera segura o, en ciertas circunstancias, cuando el país no puede manejar su retorno de la manera adecuada. Nos remitimos al Departamento de Seguridad Nacional.
En la lucha contra el narcotráfico, ¿Cuáles son las prioridades a abordarse desde el trabajo bilateral?
Siempre hay más que podemos hacer juntos, ha sido bastante importante la colaboración en el tema de la seguridad. Recientemente, Guatemala, en particular con los antinarcóticos la cooperación es más fuerte que nunca.
Nuestra estrecha cooperación ha tenido resultados tangibles, las incautaciones de cocaína se han triplicado en 2024 y están en camino a superar las incautaciones de toda la administración anterior.
Hay un nuevo grupo de investigación interinstitucional sobre precursores de fentanilo y la incorporación del buque donado por Estados Unidos también incrementarían las incautaciones. El número récord de extradiciones habla de nuestro compromiso conjunto de desarticular las organizaciones criminales.
¿Y respecto a la lucha contra la corrupción?
Con el diálogo de alto nivel de seguridad, nosotros proporcionamos más recursos para el apoyo a la lucha contra la corrupción, pero siempre hemos usado las herramientas que tenemos como —retiro de— visas para autoridades, quienes son corruptos o cometen actos antidemocráticos.
Hay dos cosas, los recursos brindados, pero también la voluntad política. Hemos visto avances importantes en este gobierno, pero siguen preocupaciones con miembros del Ministerio Público y el Organismo Judicial, personalmente estoy satisfecho con la unidad del sector privado, el Congreso, el presidente y la comunidad internacional.
Hemos visto un sector privado este año bastante comprometido con la lucha contra la corrupción y en atraer inversión al país.