Las olas de calor, como la que sofoca actualmente a Europa y otras regiones del planeta, aumentan su intensidad y su duración y en ciertas zonas podrían convertirse en un fenómeno permanente debido al cambio climático, alertó un especialista de la ONU.
La “cúpula de calor” -un fenómeno que, por el estancamiento de las masas de aire, recalienta la atmósfera- que recubre gran parte de Europa, los incendios forestales provocados por el calor que devastan Grecia, España, Portugal, Canadá y Hawai, o las altísimas temperaturas en pleno invierno sudamericano acapararon los titulares de las últimas semanas.
“Las olas de calor se volverán cada vez más intensas y frecuentes”, declaró a AFP John Nairn, experto en calor extremo de la Organización meteorológica mundial (OMM), con sede en Ginebra.
“Es la consecuencia del calentamiento global que vemos aparecer muy rápidamente en los sistemas meteorológicos”, añadió, subrayando que los científicos avisaron de ello.
“La gente está demasiado relajada ante las señales”, lamentó. “La ciencia advirtió de que esto llegaría. Y no se detiene aquí. Será más intenso y más frecuente”.