La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) pidió el martes que se prohíban las expulsiones de ciudadanos afganos hacia su país de origen, incluso la de aquellos cuya demanda de asilo fue previamente rechazada.
A su vez el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos pidió a la comunidad internacional que aporte todo su apoyo a los afganos que se hallan confrontados a un “riesgo inminente” en su país, bajo el nuevo régimen talibán.
“Debido al rápido deterioro de la situación en materia de seguridad y de derechos humanos en grandes partes del país y a la situación de emergencia humanitaria, el ACNUR insta a los Estados a poner fin a los retornos forzados de ciudadanos afganos” aunque “se haya determinado previamente que no requieren protección internacional” declaró una portavoz, Shabia Mantoo, durante una rueda de prensa en Ginebra.
“Desde principios de año, más de 550 mil afganos han sido desplazados al interior del país debido al conflicto y la inseguridad (…)” destacó Mantoo.
Tras una rápida ofensiva, los talibanes tomaron el control de Kabul el domingo, lo que significó su retorno al poder en Afganistán después de 20 años.
El retorno de los talibanes provocó escenas de caos y pánico el domingo y lunes, sobre todo en el aeropuerto de Kabul, al que acudieron miles de personas, desesperadas por salir del país.