La jornada de bloqueos y protestas en rechazo a la implementación del seguro obligatorio de responsabilidad civil para todo tipo de vehículos evidenció las debilidades en el gobierno de Bernardo Arévalo para llevar adelante acciones urgentes y necesarias. Analistas y expertos en estrategia opinan que la debilidad del gobierno ocurre por una desconexión con la realidad y una mala dirección en su comunicación oficial.

El gobierno respondió a las dos jornadas de bloqueos que causaron pérdidas y afectaciones a la población, con una invitación al diálogo con las personas inconformes con el seguro de responsabilidad civil de conductores, un diálogo tardío, según los entrevistados. El gran ausente en las jornadas fue el presidente, que finalmente se dirigió a la población la noche del 19 de marzo para derogar los reglamentos publicados dos días atrás. “La figura presidencial se debe exponer cuando es necesario, y este caso escaló muy rápido. La presencia del presidente es importante, pero más que su presencia, lo que él diga para calmar la crisis”, dijo el politólogo Renzo Rosal.

Las debilidades pasan factura

La falta de planificación desde la Presidencia de Guatemala, que no visualizó todos los escenarios tras la implementación de los acuerdos que obligan a la adquisición de un seguro de daños a terceros, fue una de las principales fallas del gobierno, de acuerdo con Renzo Rosal y Edgar Ortiz, expertos en política y derecho constitucional. Ambos han analizado las acciones sociales y las respuestas que ha tenido el gobierno de Arévalo.

“Me parece que hay un enorme problema de distanciamiento de la realidad y eso pasa factura. Cuando yo creo que tengo asegurados ciertos factores, pero la realidad dice lo contrario, lo que hay en medio es una mala medición”, destacó Rosal.

Para el analista, los ejes centrales del Ejecutivo “no hicieron su trabajo”, ya que la justificación del seguro fue el accidente en la calzada La Paz. A partir de ese hecho pudieron aprovechar el tiempo para hacer un estudio y medir las repercusiones de imponer el seguro.

La forma en que se ha manejado la crisis hizo que el gobierno perdiera el apoyo que le llevó a tomar posesión. “Si algún apoyo tenía hace unos días, ahora no lo tiene. Eso significa que ya no hay aliados, y es parte de la mala medición. Los aliados o grupos cercanos los debo tener cerca porque es clave para la legitimidad de cualquier gobierno”.