Japón extendió hoy el estado de emergencia por covid-19 hasta finales de mes por la todavía delicada situación hospitalaria, pero con vistas a relajar restricciones a finales de año, cuando se espera que la mayoría de la población esté vacunada.
En su primera rueda de prensa tras anunciar que no concurrirá a la reelección como presidente de su partido ni en las elecciones generales que han de celebrarse antes de finales de noviembre, el primer ministro Yoshihide Suga explicó que pese al descenso de los contagios, los casos graves siguen altos y la disponibilidad hospitalaria no es la óptima.
El descontento público con la gestión de la pandemia durante su Administración ha sido un clave en la caída de su popularidad.
La alerta que afecta actualmente a 21 de las 47 prefecturas del país iba a concluir el domingo, pero el Gobierno ha decidido extenderla hasta el 30 de septiembre para 19 provincias, entre ellas Tokio, las áreas colindantes, Hokkaido, Osaka, Aichi y Fukuoka.