Un tribunal federal condenó a Augusto Mateo Francisco, ciudadano guatemalteco de 34 años, a 30 años de prisión por los delitos de trabajo forzado, transporte de una menor y secuestro, informó este martes 30 de septiembre el Departamento de Justicia.

El fallo fue emitido por el juez John L. Sinatra Jr., quien también ordenó libertad supervisada de por vida, el pago de indemnización a las víctimas y su inscripción en el registro de delincuentes sexuales.

Francisco, residente legal en Dunkerque, lideraba una red de coyotazgo que trasladaba migrantes guatemaltecos a Estados Unidos. Una vez en el país, los llevaba a granjas locales donde les ofrecía trabajo y alojamiento. Sin embargo, les cobraba por los servicios y les retenía parte de sus salarios. Además, los amenazaba con reportarlos a las autoridades migratorias si no le pagaban.

Una de las víctimas fue una adolescente guatemalteca de 16 años. De acuerdo con el Departamento de Justicia, Francisco la violó en varias ocasiones, la secuestró y la mantuvo retenida en una caravana en Ripley. Aunque la joven logró huir con su madre a Georgia, el acusado volvió a secuestrarla y la llevó nuevamente al estado de Nueva York.

“La conducta de este acusado representa un abuso grave del sistema migratorio y una explotación atroz de personas vulnerables”, declaró el fiscal federal Michael DiGiacomo.

Erin Keegan, agente especial de Seguridad Nacional, aseguró que el caso refleja el compromiso de las autoridades para llevar a los responsables ante la justicia.

La investigación estuvo a cargo de Seguridad Nacional y la Oficina del Sheriff del condado de Chautauqua, dirigida por James Quattrone.

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