Facebook indicó la noche del lunes 4 de octubre en un comunicado que la interrupción mayor de sus redes y servicios de mensajería fue causada por un “cambio de configuración defectuoso” de sus servidores, que impidió a los usuarios acceder a la plataforma, Instagram, WhatsApp o Messenger durante unas siete horas.
“Las personas y empresas en el mundo dependen de nosotros para seguir conectadas”, anotó el grupo, que hasta el momento era prácticamente silencioso respecto al excepcional incidente. “Presentamos nuestras disculpas a quienes resultaron afectados”, agregó Facebook, en referencia a posiblemente miles de millones de personas en el mundo, según diversos expertos en ciberseguridad.
Facebook y sus plataformas Instagram y WhatsApp sufrieron este lunes una masiva interrupción que afectó potencialmente a decenas de millones de usuarios.
“Disculpe, algo funciona mal. Estamos trabajando en ello y lo solucionaremos tan pronto podamos”, dice un mensaje que reciben los usuarios que buscan acceder a Facebook.
“Sabemos que mucha gente tiene problemas para acceder a nuestras aplicaciones y productos”, dijo el portavoz de Facebook en Twitter, haciéndose eco de declaraciones similares de Instagram y WhatsApp.
Este lunes, la acción de Facebook cerró con una fuerte baja de 4.89% tras la interrupción de los servicios.
Aunque es inusual que esto ocurra en grandes proporciones y afectando a las tres plataformas, cada una con miles de millones de usuarios, las aplicaciones se ven obligadas a desconectarse regularmente por problemas técnicos.
Otras redes experimentaron un aumento de usuarios ya que la interrupción persistía desde hacía varias horas.
La interrupción se produce un día después de que una mujer que filtró a las autoridades estadounidenses documentos de Facebook que afirman que sus productos alimentan el odio y dañan la salud mental de los niños, apareciera en la televisión para revelar su identidad.
Frances Haugen, una experta en datos de 37 años, trabajó para empresas como Google y Pinterest y dijo que Facebook es “sustancialmente peor” de que lo que había visto antes.