Las granadas son frutos altamente beneficiosos para la salud. Una médica especialista explica por qué deberíamos incluir este alimento en nuestra dieta.
La granada es rica en vitaminas A, B, E y C, explicó la nutricionista rusa Anastasia Tarasko a Sputnik. La fruta, además, contiene altos niveles de oligoelementos, como el potasio, el hierro, el selenio y el manganeso, entre otros.
“Pero lo más importante, es rica en antioxidantes y polifenoles, los cuales tienen funciones antiinflamatorias, anticancerígenas e inmunoestimulantes en el cuerpo”, subrayó la médica.
Los antioxidantes son parte del proceso de eliminación de las lipoproteínas de baja densidad —más conocidas como colesterol malo— y del fortalecimiento de las paredes de los vasos sanguíneos. El jugo de granada, por ejemplo, es recomendable para aquellos que padecen enfermedades cardíacas, apunta la médica. La bebida ayuda a diluir la sangre y, por ende, mejora la circulación sanguínea.
El hierro presente en la fruta ayuda a combatir la anemia y prevenir el desarrollo de la deficiencia de este nutriente. El oligoelemento puede también afectar positivamente el estado general de una persona, mejorando su estado de ánimo.
La fruta es particularmente benéfica para aquellas personas que practican deportes con frecuencia, ya que ayuda a regenerar rápidamente los músculos y el cuerpo de manera general después de un duro entrenamiento físico. La granada es, además, una buena opción para aquellas personas que están intentando bajar de peso. La fruta es baja en calorías y, además, acelera el metabolismo.
Las semillas de la granada son ricas en vitamina E, por lo que su consumo es recomendable para las personas que padecen estreñimiento con regularidad, explica la médica. El aceite extraído de las semillas tiene un efecto positivo sobre la piel, ayudándola a recuperarse más rápido.
Además, el extracto de la cáscara de esta fruta tiene efectos positivos en el sistema urinario y el reproductivo. Por su parte, las hojas de la planta a menudo se utilizan en el tratamiento del tracto digestivo, en particular, la diarrea.
Estudios científicos han mostrado que la granada también tiene efectos anticancerígenos. En particular, el jugo de granada tiene propiedades que combaten el cáncer de próstata. El alimento puede reducir significativamente el riesgo de desarrollar cáncer de mama.
“La granada prácticamente no tiene contraindicaciones. No se debe dar a niños menores de un año y también a aquellos que tienen enfermedades del tracto gastrointestinal en la etapa aguda. Para su consumo seguro, se recomienda diluir el jugo de granada recién exprimido con agua”, concluyó Tarasko.