Por medio de un comunicado oficial, el Departamento de Estado de Estados Unidos designó a la pandilla del Barrio 18 como Organización Terrorista Extranjera (OTE) y Terrorista Global Especialmente Designado (TGD). 

Según se indica, el Barrio 18 es una de las pandillas más grandes del hemisferio y ha perpetrado ataques contra personal de seguridad, funcionarios públicos y civiles en El Salvador, Guatemala y Honduras, los países donde opera.

También se aclara que Estados Unidos continuará con los esfuerzos por mantener su territorio libre de drogas ilícitas y de pandillas en las calles, e interrumpirá las fuentes de ingresos que financian la actividad violenta y delictiva de pandillas y carteles de droga.

“La medida tomada hoy por el Departamento de Estado demuestra una vez más el compromiso inquebrantable de la Administración Trump con el desmantelamiento de los carteles y las pandillas, y con la seguridad del pueblo estadounidense”, indica el comunicado.

Además, se detalla que estas acciones se toman conforme a la sección 219 de la Ley de Inmigración y Nacionalidad y la Orden Ejecutiva 13224. Las designaciones de OTE entran en vigor tras su publicación en el Registro Federal.

Respaldo a la decisión de Estados Unidos

Por medio de un mensaje publicado en su cuenta en la red social X, el ministro de Gobernación, Francisco Jiménez, expresó el respaldo de la cartera del Interior a la decisión del gobierno de Estados Unidos de declarar como organización terrorista internacional a la pandilla del Barrio 18.

“Guatemala reconoce y respalda la decisión del Departamento de Estado de los Estados Unidos de América, que ha designado oficialmente al Barrio 18 como organización terrorista extranjera. Esta declaración, emitida hoy –ayer–, marca un punto de inflexión histórico en la lucha regional y global contra el crimen organizado y la violencia transnacional”, indica el documento.

El comunicado enfatiza que dicha estructura delictiva ha sido identificada por las autoridades guatemaltecas como una organización jerarquizada, con presencia territorial, que se caracteriza por ejercer violencia para alcanzar sus fines en la comisión de delitos como extorsión, sicariato, tráfico de armas, venta de droga para consumo local y, recientemente, colaboración en el trasiego internacional de estupefacientes, lo que la convierte en una amenaza regional debido a sus operaciones en el Triángulo Norte y Estados Unidos, “manteniendo incluso posibles vínculos con actores de diferentes niveles de la vida nacional”.

También se indica que esta declaración “fortalece el trabajo conjunto entre Guatemala y Estados Unidos de América, y abre la puerta a una mayor colaboración en investigación e inteligencia”.

Finalmente, se reafirma el compromiso del Ministerio de Gobernación con la seguridad de los guatemaltecos: “El Barrio 18 ya no es solo una pandilla: ha sido reconocida como una amenaza terrorista transnacional. Su neutralización exige determinación, estrategia y alianzas firmes entre Estados responsables que trabajan por el bien común”, concluye.

El Barrio 18 en Guatemala

El nombre de la pandilla se origina en el número 18, en referencia a una calle de la Ciudad de Los Ángeles, California, donde se formó.

De acuerdo con investigaciones de la Policía Nacional Civil (PNC), el Barrio 18 es una organización criminal que “comete actos ilícitos y ejerce un dominio significativo en las calles. Su actuar se caracteriza por un alto grado de violencia e intimidación, y utiliza elementos como grafitis, tatuajes y un léxico pandilleril para reforzar su identidad y amenazar a su entorno”.

Según la PNC, actualmente el Barrio 18 está conformado por 37 clicas, de las cuales 28 se mantienen activas. Estas se identifican por siglas en sus nombres y son dirigidas por un cabecilla denominado “ranflero”, quien ejerce el control sobre los integrantes. Este suele ser identificado mediante un alias, generalmente en inglés o con referencias distintivas.

En Guatemala, las fuerzas de seguridad han identificado como principal cabecilla de esta pandilla a Aldo Duppie Ochoa Mejía, alias “el Lobo”, actualmente recluido en la cárcel de máxima seguridad Renovación 1. Anteriormente estuvo en el Centro de Detención de Alta Seguridad, Fraijanes II, desde donde giraba órdenes a los pandilleros y coordinaba actividades ilícitas como extorsiones, asesinatos y narcomenudeo.