Hans Pfister, cofundador y presidente de Cayuga Collection —empresa que administra hoteles pequeños en Centroamérica, entre ellos el hotel Bolontiku, categorizado como “de lujo”, en Petén—, considera que el departamento no se está desarrollando a su máximo potencial.

Según el empresario, esto se debe a la falta de inversión en la conectividad aérea, necesaria para convertir el aeropuerto Mundo Maya en una terminal internacional. A su juicio, Petén no está atrayendo a suficientes turistas, ya que, en comparación con el total de visitantes que llegan a Guatemala, se observa una brecha significativa en aquellos cuyo destino final es ese departamento.

Este problema podría resolverse con la atracción de nuevas aerolíneas internacionales, tarea que corresponde al Instituto Guatemalteco de Turismo (Inguat), de acuerdo con Pfister. Para lograrlo, sostiene que el Estado debe apoyar financieramente a las aerolíneas, con el objetivo de que se instalen en el país, y recuperar esa inversión a través del incremento en el ingreso de turistas a la región.

Este es un extracto de la conversación que tuvo con Prensa Libre.

¿Cuáles son esos desafíos que enfrenta Petén actualmente y cómo le afecta al área hotelera?

El desafío más grande en este momento es lo siguiente: a pesar de la promoción de Guatemala en el exterior, la cantidad de visitantes internacionales a Petén es muy pequeña en relación con la cantidad de visitas al país. Entonces la pregunta es: ¿por qué uno de los atractivos más grandes del país, que se usa para la promoción, no está recibiendo tantas visitas?

Y ahí entra el tema de la logística: logística de aeropuerto, de vuelos internacionales a esa zona y todo lo que tiene que ver con infraestructura.

Para mí es muy sorprendente que ese aeropuerto no reciba vuelos internacionales. Un destino turístico, aunque sea pequeño, se beneficia mucho de tener por lo menos dos aeropuertos internacionales.

Ahí utilizo el aprendizaje de Costa Rica de los últimos 30 años, porque está el aeropuerto de San José, en la capital, pero hace 25–20 años se empezó a desarrollar el aeropuerto de Liberia (Guanacaste), una zona más al norte, más cerca de atractivos turísticos. Con esto, el turismo recibió un boom increíble.

Entonces yo veo la experiencia en Costa Rica y la traduzco a lo que estoy viendo en Guatemala. Aquí, con un poco de visión y de inversión, se puede hacer algo espectacular también en esa zona. Falta infraestructura de aeropuerto, falta atraer aerolíneas internacionales. Siento que la zona no está desarrollándose a su máximo potencial. Eso lo veo como el desafío más grande.

¿Qué tipo de inversiones podría recibir Petén?

Voy a utilizar el ejemplo del aeropuerto de Liberia, en Costa Rica, nuevamente. Esa región, Guanacaste, era de las más pobres y menos desarrolladas en Costa Rica. Con el desarrollo del aeropuerto, se empezó a fomentar infraestructura de inversión privada y también inversión pública.

La inversión normalmente sigue cuando hay cómo llegar. Si un hotelero ve que hay vuelos constantes o que se encuentran en la región los hubs de las aerolíneas grandes, puede comenzar con expansiones en sus hoteles, agregar otro edificio o crear más comercios.

Y, como hemos aprendido aquí, el turismo es un multiplicador de riqueza, porque no solo es el hotelero el que gana: la gente va a hacer tours, va a restaurantes, compra souvenirs. Son divisas frescas que se inyectan en la comunidad, de las cuales se beneficia casi todo el mundo.

Pero no estoy buscando un desarrollo masivo. Le deseo a Petén un desarrollo sostenible y no masivo.

Además, la infraestructura alrededor de las ruinas es un poco deficiente también. Yo creo que eso es algo que se podría mejorar mucho: para la comodidad de los turistas y también, a nivel de interpretación, se puede mejorar la experiencia.

¿Qué tiene que resolver Petén antes de poder volver a su aeropuerto internacional?

Honestamente, creo que las bases están. Está todo listo para un desarrollo; lo que falta es el acceso. Porque, en este momento, llegar a Petén por tierra implica una conducción de muchas horas en carro, y normalmente un turista internacional de cierto nivel no va a hacer 10 horas en carretera.

En cuanto a vuelos, sí existen vuelos de Avianca y de TAG, pero los horarios no son los mejores y la logística de conexión entre el vuelo internacional y el vuelo local en el aeropuerto de Guatemala no es fluida. Con los vuelos, a veces hay restricciones de equipaje y horarios que no se cumplen o se cambian. En realidad, se puede complicar esa conexión. No es lo que un turista de cierto nivel está buscando.

Avianca tiene un vuelo en la pura madrugada y un vuelo en la pura noche. Eso está bien, pero si estás de vacaciones, no quieres levantarte a las 3.30 de la mañana para tomar ese vuelo ni regresar a las 22 horas, porque en el hotel tienes que salir a cierta hora. Entonces, con Avianca, los horarios no son los mejores.

Por su parte, TAG tiene mucha más frecuencia, eso sí, pero desafortunadamente ahí no hay estabilidad. Como turista, eso no es lo ideal. TAG tiene las frecuencias, pero tal vez no tiene la confiabilidad en el horario.

¿Por dónde comenzaría a trabajar para poder volver a este aeropuerto internacional?

Le toca al Inguat atraer aerolíneas internacionales. Ese es uno de los trabajos principales del instituto. Entre más asientos internacionales atrae un país, más turismo recibe y más competitivo es.

Sé que han estado en ese proceso, pero a veces las aerolíneas piden un poquito de apoyo, más que todo financiero, para arrancar. Entonces, es importante tener visión en la administración y tomar la decisión de invertir en una aerolínea o ayudar a garantizar cierta cantidad de asientos para que llegue al país.

Otros países como Costa Rica, Panamá y Nicaragua han hecho esto. Y es una inversión, no un gasto, porque cada turista que llega después va a gastar dinero en el país. En algún momento hay que empezar con algo, y esta probablemente es la manera más comprobada de promocionar turismo: si usted apoya a la aerolínea, la aerolínea empieza a hacer publicidad del destino para llenar esos asientos, y la aerolínea también gana.

Me acuerdo, hace años, cuando empezó Iberia a volar a Costa Rica, el gobierno hizo exactamente esto: subsidios a Iberia. Pero Iberia empezó a promocionar Costa Rica como destino, y fue un ganar-ganar.

Y también, desde el Inguat, se dieron cuenta de que hay un mercado de guatemaltecos que viven en Estados Unidos, que son de la zona de Petén, y que tendrían interés en regresar a Petén sin conectar en Ciudad de Guatemala. Se les haría más fácil. Entonces, la aerolínea tendría cierta cantidad de asientos garantizados con gente local que vive en Estados Unidos, o gente de Petén en Estados Unidos que quiere visitar a sus familias.

Lo otro que creo que es una gran oportunidad es que el país vecino, Belice, ha tenido un boom de turismo bastante fuerte en los últimos años. Guatemala podría beneficiarse de esto, porque los vuelos internacionales desde Flores podrían crear un destino de dos países y se podría “compartir” un poco la abundancia de turistas de Belice.